Por Plinio Soto Muerza
La declaración de Andrés Manuel López Obrador el pasado 11 de marzo en la Convención Bancaria, que se celebra cada año en el puerto de Acapulco, ha despertado un ola de descalificaciones por parte de los siempre críticos del candidato de morena, que han visto en esta declaración, la prueba fehaciente de la semejanza entre el morenista, Chávez y Maduro; ahí está la barbaridad de señalamientos, muchos de ellos fuera de lugar y de contexto, de articulistas como Pablo Hiriart, Jorge Fernández Meléndez, o Guillermo Sheridan, que ven amenazas descomunales donde hay sólo hay una opinión versada de lo que puede pasar en este país.
En el debate suscitado por tan potente declaración de tigres y domadores, una anécdota me viene a la memoria.
Por Plinio Soto Muerza
Veracruz camina a su cuarta elección en forma consecutiva, y todo indica que puede ser un momento decisivo en la historia para las próximas generaciones.
En los últimos 8 años (2010-2017), los veracruzanos han acudido en 6 ocasiones a las urnas: 2010, elecciones a gobernador, diputados locales y presidentes municipales; 2012, elecciones a presidente de la República, Senadores y diputados federales; 2013, elección a presidentes municipales y diputados locales; 2015, elección a diputados federales; 2016, elección para gobernador y diputados locales; 2017, elección para presidentes municipales.
Fecit / Jaime Sandoval
"...Así pasaron los siglos. De aquellos hombres y mujeres valientes e industriosos sólo quedaron serviles y seres viles hundidos en la miseria y el fanatismo religioso. Eran incapaces de alzar la voz contra el amo pues sabían que tal insolencia era motivo de látigo o de plano la horca. No tenían derecho a hablar, menos a opinar. No eran dueños ni siquiera del silencio, mucho menos de sus propias vidas. Así transcurría la existencia de aquellos súbditos, otrora dueños de aquellas tierras explotadas por el amo. Hoy eran esclavos en aquellas fértiles tierras atávicamente suyas.