Margarito Escudero Luis

Desde el sexenio de Fidel Herrera Beltrán, el pueblo de Veracruz comenzó a sufrir el flagelo de la delincuencia; fue el tiempo de entrada en que los cárteles de la delincuencia comenzaron a empoderarse en la entidad.

Durante el sexenio de Javier Duarte, las cosas se pusieron peor, aunque en el país la situación también era difícil.

Enrique Peña Nieto ideó la Gendarmería como un paso para atacar a la delincuencia, sin embargo Javier Duarte de Ochoa no permitió la entrada de esa fuerza especial y creó su propio cuerpo de seguridad al que llamó “Fuerza Civil”.

Las razones porqué Duarte no permitió la llegada de la gendarmería, nunca se supieron, y en ese silencio oficial la gente dedujo que “algo” quería tapar el gobernador de entonces.

Las desapariciones de jóvenes, los asesinatos y secuestros a la alza cuando Arturo Bermúdez Zurita encabezaba la Secretaría de Seguridad Pública, el terror se sembró en la conciencia de cada veracruzano, ningún ciudadano podía vivir con tranquilidad ante el temor de ser la siguiente víctima.

PopNinguna acción oficial fue efectiva para detener la violencia contra el pueblo; es más, llegaron momentos en que ante una flagrante acción de la delincuencia, las policías no actuaban aunque estuvieran atestiguando el hecho, pero cuando el delincuente llevaba las de perder, de inmediato hacían acto de presencia.

Sospechosa la actitud de quienes estaban a cargo de la seguridad ciudadana.

Sospechosa incidencia delictiva

Hoy, luego que la sociedad decidió por un cambio radical del gobierno, sospechosamente se han intensificado los actos delictivos, específicamente en bastiones donde el actual partido gobernante logró la mayor posición; Coatzacoalcos y Xalapa están bajo fuego desde diferentes frentes.

Es necesario mencionar que en ambas ciudades, los actuales cabildos con mayoría de Morena, no han dado los resultados que la ciudadanía esperaba, y sumada la ola de asesinatos, el ciudadano va contra la autoridad inmediata.

Javier Duarte y Bermúdez Zurita decidieron desarticular los cuerpos policiacos municipales, con el cuento de un mando único que lo único que logró fue dejar en la indefensión a los ciudadanos.

Hoy, que los muertos gritan en las calles de Coatzacoalcos y Xalapa, se pretende responsabilizar a los alcaldes de la inseguridad rampante y estos no encuentran la forma de enfrentar el conflicto, mucho menos la solución.

Todo huele a una venganza pintada a azul, luego que la actual legislatura arremetiera contra el fiscal que a su modo impusiera Miguel Ángel Yunes Linares, pareciera que está usando toda su capacidad de grilla oscura para movilizar a la sociedad en contra de los actuales presidentes municipales.

Un determinado grupo de ciudadanos que resienten en carne propia el crimen cometido contra una destacada empresaria, son utilizados para descargar su furia contra el alcalde; sin embargo, la renuncia de los,alcaldes no resolvería el problema y si provocaría más conflictos.

El caso es qué hay personajes interesados en descarrilar al gobierno de Morena, sin importar utilizar el dolor de las personas, ni asesinar a quien sea con tal de lograr sus objetivos.

Por STAFF