Cuitláhuac García cree que nos chupamos el dedo, cree el gobernador que nos puede ver la cara de tontos.
Ahora sale a justificar a su secretaria del Trabajo, a decir que Quetzalli no laboró en la Secretaría del Trabajo, que la madre pretendía dar cargo a su hija, pero que ellos le hicieron la observación a tiempo.
Afortunadamente el idioma español es muy claro, y son las mismas palabras de Guadalupe Argüelles Lozano las que echan de cabeza al gobernador, haciéndolo quedar otra vez como un mentiroso.
En un audio que subiera Los Políticos se escucha claramente: «Esta semana tomé la decisión de nombrar en el área amparos a la licenciada Quetzalli Cárdenas Argüelles.
Quiero informar que ella es una mujer que también reúne los mismos requisitos de todos ustedes para obtener un empleo y pasó los tres filtros que nos pidió el gobernador, es honesta, tiene el perfil y participó de manera destacada para que se diera el cambio en verdadero.
Quiero informarles que ella es mi hija y que no por ser mi hija está ahí, sino porque es parte de esta transformación.
Y por ese motivo yo les pido a todos ustedes, para que no se haga chisme, para que no se diga ‘es que hay nepotismo’, ella es una empleada más, como todos ustedes».
Guadalupe Argüelles dice claramente «tomé la decisión», no dice «pretendo tomar la decisión»; Guadalupe Argüelles dice que su hija pasó los tres filtros que le pidió el gobernador; Guadalupe Argüelles dice en presente que su hija «es una empleada más».
Ante semejante evidencia, lo mejor que puede hacer Cuitláhuac es quedarse callado.