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Juan Antonio Valencia

En la primavera de 2008 tocados por la emoción de buscar más datos sobre la presencia de restos de mamuts en la zona de la costa del Golfo de México, y lo que para mí es el Triángulo de los olmecas; armamos una modesta y pequeña expedición.

El grupo lo conformaban el entonces presidente de la Asociación historiográfica de Coatzacoalcos y cronista de la ciudad, José Ignacio Ordoñez (+) su hija una joven estudiante de bachillerato muy interesada por la investigación, mi hijo César Valencia Prieto, estudiante de criminalística y un servidor.

A bordo de un automóvil salimos de Coatzacoalcos, esa mañana rumbo a la autopista Las Choapas-Raudales-Ocozocuautla, para delimitar y explorar vestigios olmecas en la zona. Pero antes pasar también a un rancho en la congregación de Nuevo Teapa, municipio de Moloacán, Veracruz.

El objetivo fue visitar el rancho Nueva Era propiedad del señor Demetrio Reyes Sánchez, situado en la margen derecha de la carretera 180 en dirección a Agua Dulce, en donde yacían los restos de un mamuts, frente a una de las viviendas.

Los restos óseos no estaban a más de cuatro metros de profundidad, al observarse el promontorio de tierra y pasto sobre ella y debajo los restos del animal de unos cinco metros de largo.

El mamífero según los anfitriones habría sido descubierto, en ese entonces, hacía trece años y desde esa fecha trataban de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con sede en el puerto de Veracruz investigara el hallazgo y realizara las excavaciones para extraer los restos del animal prehistórico, único en el sur de Veracruz.

Fue el propio Demetrio Reyes y acompañantes quien llevó uno de los colmillos al Museo de la Venta, Tabasco para su estudio y los demás restos fueron entregados al Archivo Historiográfico de Coatzacoalcos, en tanto aún yacen bajo la tierra el resto de la estructura ósea del gigante prehistórico.

En uno de mis viajes a Veracruz, entreviste a la entonces delegada del INAH Virginia Murrieta para tratar de interesarla, no solo por el rescate de los restos del mamuts, sino también de los vestigios olmecas que habían quedado sepultados bajo la autopista Las Choapas-Raudales-Ocozocuautla.

La respuesta fue, – no hay presupuesto.

Hasta ahí se quedó la historia e interesante investigación de la presencia de mamuts en la región sur de Veracruz y con ello sepultados para siempre sus restos, sin tomar en cuenta lo importante que es para la historia, el estatus de vida y su hábitat y que las nuevas generaciones se enteraran, que entre 14 mil y 25 mil años existieron en esta zona grandes animales mamíferos.

No todos sabíamos que estos animales prehistóricos en esta caso los mamuts mexicanos, eran herbívoros que llegaban a pesar hasta cinco toneladas, median de 3 a 5 metros de altura y hasta 5 metros de largo. Sus colmillos median hasta cuatro metros de longitud.

La historia de estos gigantes resulta por demás interesante, porque a falta de una investigación oficial, se desconoce con exactitud la edad de este ejemplar, pero algo muy importante.

Si se trata de un mamuts o un mastodonte especie similar y contemporánea a esa era.

Hasta donde se tiene conocimientos los mamuts y los mastodontes de acuerdo a pruebas presentadas, aparecieron en la tierra hace 4.8 millones de años y su extinción data de hasta 3, 700 años.

De este mamífero gigante al parecer jamás se sabrá sobre su especie y edad. Sus restos siguen sepultados bajo toneladas de tierra, pero su presencia está vigente…

PRIMAVERA DE 2019

Por STAFF