Margarito Escudero Luis
1.- Somos más de siete mil millones de seres humanos que habitamos este planeta, todos viviendo condiciones diferentes, angustias y felicidad diferidas, pero en este mundo que navega en la inmensidad del universo.
Siete mil millones gracias a que existimos hombres y mujeres; ya que sin esa condición, la reproducción de la Humanidad no sería posible.
Esta Humanidad ha avanzado en el tiempo, gracias a su capacidad de observar, analizar y transformar el medio que le rodea, gracias a la inteligencia de todas las mujeres y todos los hombres.
Sólo por eso, suponer la ausencia de una de las partes, implica el exterminio.
Tal vez suene exagerado el comentario anterior, pero es necesario no olvidar nuestros orígenes, nunca, en ninguna situación, puesto que es ahí donde podemos encontrar respuestas.
Es claro que la perfección no existe, que en cada generación, la Humanidad da un paso hacia esa quimera, y en sus entrañas debemos padecer de sus alteraciones.
2.- En las sociedades donde se pondera la libertad, cada ciudadano tiene el derecho de disentir, de opinar diferente a la mayoría, pero nadie tiene el derecho de arrebatar una vida, por eso nos indignamos cuando sucede y la indignación pasa a ser coraje, enojo, cuando hasta los asesinos deben tener derechos.
Sin duda, nadie que viva en la rectitud que exigen las normas sociales y políticas de un país, puede aceptar que los criminales ostenten ningún derecho, mismos que pierden en el momento de hacerse criminal.
3.- Cuando a los criminales se les protege del enojo social, se les presume inocentes cuando existen evidencias de su criminalidad, entonces todos podemos suponer que algo no está funcionando en favor de mantener la Paz y la armonía que tanto presumen algunos políticos.
También podemos suponer indolencia de la autoridad en el manejo de la justicia, y ante un evidente aumento de la criminalidad, lo justo es la protesta, el reclamo.
4.- Pareciera que existe un plan diabólico para asesinar mujeres jóvenes, para humillarlas, violarlas, desaparecerlas, porque ahí hay un aumento despiadado, un letal ejemplo para mentes desquiciadas que asumen el derechos de matar, porque otros lo hacen.
El plan se extiende a hombres y niños jóvenes, que son asesinados o desaparecidos sin que hasta el momento, la autoridad pueda dar una explicación verdadera, ni detener la masacre.
5.- Somos más de siete mil millones de humanos, hombres y mujeres, binomio indisoluble para hacernos crecer y no podemos abandonar a un miembro de ese par, el crimen no tiene sexo, y afecta a todos, y todos tenemos obligación de exigir a los encargados de detener los asesinatos, resultados inmediatos y si no pueden darlos, entonces tomar las riendas y darle solución a este problema que nos amenaza como sociedad y cómo Humanidad.
Los que matan deben morir, la ley que aceptamos para regirnos ya nos nos sirve, y nos están orillando a aplicar la Ley del Talión.