Margarito Escudero Luis
Hace unos días, platicando con un apreciado amigo, comentaba mis inquietudes de participar en actividades relacionadas con las redes sociales, internet y todo aquello que la moderna tecnología nos ofrece.
Me sorprendió el comentario, aunque tomó el debido tono para no parecer ofensivo, me soltó a bocajarro: “Ya estas viejo para andar en eso de las redes”.
¡Así mi ojo!, El tema en esa mesa pudo ser broma, pero me dejó la inquietud para reflexionar y cuestionarlo, sobre todo porque puede ser una postura de muchos, que vean inutilidad en una persona mayor, pero he visto a otros colegas que no se cuecen al primer hervor y hacen el esfuerzo por ser escuchados, por aportar algo al debate.
Por ahí he visto a Óscar Kelly Laínez, a Ricardo Soto, a Gilberto López Chión, José Luis Ortega, en fin, varios colegas con algunos años encima, buscando una oportunidad en el mundo digital.
Es que no hay de otra. La crisis de los medios de comunicación arrastra al periodismo y a los periodistas, que son los que llevan el material que nutre a los mencionados medios y si no hay ingresos, pues prefieren recortar nómina.
Mucha culpa tienen los periodistas que nos prestamos al juego del patrón, olvidándonos todos del periodismo, le apostaron sólo a la publicidad.
Más aún que internet desplaza a los medios ante la inmediatez de la información pero, en esa rapidez informativa, quedan muchos cabos sueltos que deberían ser aprovechados por los medios tradicionales, y eso se logra con un periodismo serio, profesional.
Entonces pregunto: ¿Hay un límite de edad para poder acceder a la nueva tecnología?, hago otra pregunta, ¿Internet y las redes sociales son terreno exclusivo de los jóvenes?
Son espacios de información, de la buena y de la otra, tanto que se ha popularizado el término “fake news”, reconocido como concepto de noticia falsa; y de eso abunda en la red, lo que no pudiera suceder en un medio tradicional, so pena de perder credibilidad y prestigio, de por sí ya cuestionados.
Entonces, desde aquí puedo decir, “¡Viejos los cerros!” y reclamar mi derecho a decir, a exponer mis ideas, por el medio que esté a mi alcance y a no despreciar la oportunidad que me ofrece la tecnología.
Me gustaría leer comentarios de los colegas, jóvenes y los no tanto.