Revelaciones
Margarito Escudero Luis
Morena, el partido en el poder, la institución que es partido y movimiento al mismo tiempo, se acerca a un momento peligroso de su incipiente historia.
Hay, sin duda, miles de militantes fundadores del Morena que están enojados, decepcionados; se sienten engañados, estafados y humillados y, en esta etapa de renovación de dirigencias, las ambiciones desatadas, donde buscan un lugar aquellos que nunca trabajaron para formar al partido, los que fueron llamados a cargos de elección popular sin tener ningún acercamiento previo, los que sienten que se sacaron la lotería sin comprar boleto, los que no quieren dejar los cargos que hoy ocupan y los viejos fundadores.
Todos contra todos. Los encumbrados se sienten con todo el derecho de pasar por encima de los demás, exigen trato preferente y aseguran que traen la bendición desde el mismo cielo.
Los funcionarios menores, protegidos por regidores y directores municipales, así como otros funcionarios de medio rango a nivel estatal, andan grillando ya para impulsar a quien les asegure la chamba.
A pesar de la prohibición estatutaria de Morena, para que los funcionarios públicos no participen en los procesos internos del partido, no hay ningún párrafo que indique que no se puede grillar y pues… ahí es donde andan, golpeando al rival que apenas media hora antes, era su entrañable amigo.
Los encumbrados se sienten con todo el derecho de pasar por encima de los demás, exigen trato preferente y aseguran que traen la bendición desde el mismo cielo.
El liderazgo de Andrés Manuel López Obrador no está en el partido, no se siente su fuerza al interior de Morena y los militantes sienten que tienen todo el derecho de hacer lo que quieran, pues para eso votaron por AMLO.
Yeidkol Polemvsky, pasó de ser la consentida del jefe, a una administradora, ya que nadie le reconoce su liderazgo. Sólo su cercanía con el presidente de la República la sostiene.
O sea que se trata de una ausencia total de liderazgo real, el tlatoani carismático que todos seguían a ciegas, ya no está y es quien más impulsa la honestidad y el respeto a los estatutos del partido, pero esa honestidad y respeto no es conveniente para aquella primera generación de funcionarios, pues dados su resultados y su comportamiento con la gente y no siendo ni militante ni fundador, pues ve que el cargo se le va.
Lo ocurrido en Jalisco el fin de semana pasado, tal vez no tenga nada que ver con asuntos de partido, por lo pronto suspendieron la elección de dirigencias en algunos distritos debido a la violencia que prevalece.
Hay quienes aseguran que los hechos violentos de Jalisco contra Morena, son mensajes enviados al presidente López Obrador por parte de la delincuencia; otros aseguran que se trata de las ambiciones desatadas de grupos de poder que buscan sentar sus reales en el nuevo partido dominante.
Nadie lo sabe, pero el escenario para el cambio de dirigentes en todo el país, se pondrá muy difícil. Sin disciplina y sin liderazgo, el panorama es incierto.
Hay, sin duda, miles de militantes fundadores del Morena que están enojados, decepcionados; se sienten engañados, estafados y humillados y, en esta etapa de renovación de dirigencias, las ambiciones desatadas, donde buscan un lugar aquellos que nunca trabajaron para formar al partido, los que fueron llamados a cargos de elección popular sin tener ningún acercamiento previo, los que sienten que se sacaron la lotería sin comprar boleto, los que no quieren dejar los cargos que hoy ocupan y los viejos fundadores.