Chile ha dado al mundo una muestra más de que el pueblo unido  jamás será vencido.

Un millón de ciudadanos chilenos tomaron las calles de Santiago para decirle a su gobierno que no estaban de acuerdo, que no dejarían solos a los heridos, muertos y humillados por los militares y el presidente Sebastián Piñera.

Fue la marcha  más importante en el país trasandino desde el plebiscito que terminó con la dictadura de Pinochet.

La Plaza Italia de Santiago de Chile fue desbordada  por un millón 200 mil chilenos y chilenas que protagonizaron la marcha más masiva que se recuerde desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, pero el clima de celebración popular no pudo escapar a la orden del gobierno de Sebastián Piñera de reprimir y mantener el toque de queda en la región metropolitana y otras ciudades del país.

 Sebastián Piñera junto con su gabinete, defecó en la historia de Chile, se burló del sufrimiento de su propio pueblo durante el golpe de estado contra Salvador Allende y la dictadura de Pinochet

 “La época de los militares en las calles ya pasó”, dijo Mon Laferte en México y Sebastián Piñera tuvo que recibir el mensaje a pesar de su vocación neoliberal, de su estúpida decisión de mandar a soldados a atacar al pueblo, de matar al pueblo, de reprimir al pueblo.

Sebastián Piñera junto con su gabinete, defecó en la historia de Chile, se burló del sufrimiento de su propio pueblo durante el golpe de estado contra Salvador Allende y la dictadura de Pinochet después.

Ahora el presidente pidió la renuncia de sus colaboradores en un intento por limpiar su desaseado proceder, pero le debe al pueblo que lo llevó al poder su renuncia.

Por STAFF