El pasado12 de mayo, en la comunidad de Limones del municipio de Cosautlán, fue asesinado Juan Carlos Prado Hernández mientras que su hermano, Fernando Pardo Hernández, quien en ese momento acompañaba al finado, se debate entre la vida y la muerte víctima de varios impactos de bala que recibió.

Este atentado fue cometido por personal al servicio de la presidenta municipal Alicia Valdivia Vargas, cuyo esposo Everardo es el propietario de una compañía constructora que lleva a cabo una obra carretera de Limones a la comunidad de Piedra Parada, o sea el puro negocio a base de violencia y crímenes.

Pero, a diferencia de la familia Soto Matla-Valdivia Vargas, que utilizan a los jóvenes para construir la muerte, el grupo de Morena de Cosautlán va por el ideario de López Obrador con su programa de Jóvenes Construyendo el Futuro.

Cosautlán es un pueblo de trabajadores calificados en la construcción y la agricultura, tanto que hasta hoy no se sabe de un cosauteco que haya perdido un convenio internacional de trabajo temporal en tema agrícola con Canadá.

La mancuerna Soto Matla-Valdivia Vargas debería trabajar por Cosautlán y dejar de andar con sus camionetas de 700 mil pesos amedrentando a los agentes municipales de que no ayudarán a sus comunidades porque les tienes que pagar sueldos a lo que tienen derecho; el servicio público no es para hacer negocio hay que ver cómo Everardo se hizo del contrato para hacer el camino de Piedra Parada a Limones, la esposa alcaldesa le da a su marido la obra municipal. Y qué incongruencia, Everardo hoy anda matándose el hambre con los cosautecos a los que en tiempos electorales tachó de muertos de hambre.
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Por STAFF