Los márgenes de la banca del país volvieron a caer en el tercer trimestre
El año pasado no colapsó ninguna entidad bancaria, según la FDIC
Las pequeñas entidades sufren la bajada de tasas
por JOSE LUIS DE HARO
Un trío de entidades bancarias estadounidenses han vuelto a despertar fantasmas del pasado. En el último mes, el colapso de City National Bank of New Jersey, Resolute Bank of Ohio and Louisa Community Bank of Kentucky suman ya cuatro bancos fallidos a este lado del Atlántico. Aunque esta cifra es tísica cuando se compara con las cerca de 4,700 entidades bancarias en el país que están aseguradas por la Corporación Federal de Seguros de Depósito (FDIC, por sus siglas en inglés), es cierto que el año pasado no se registró ningún tipo de clausura.
Todo ello ocurre en un momento en que muchas entidades, especialmente las más pequeñas, sufren el impacto no solo de las bajos tasas de interés sino también de una voraz competencia por parte de los gigantes bancarios. De hecho, los márgenes de la banca del país volvieron a caer en el tercer trimestre de este año hasta tocar niveles no vistos desde los primeros tres meses de 2018.
Una reducción de 4 puntos básicos entre los meses de julio y septiembre que sigue a los 3 puntos básicos restados en el segundo trimestre del año en curso. De esta forma, el margen de margen de intereses neto de la industria se situó en el 3.32%, según datos de S&P Global.
En 2017 y 2018 unas tasas más altas ayudaron a impulsar los márgenes bancarios pero esta dinámica comenzó a cambiar a comienzos de este año a medida que las tasas de interés a largo plazo se desplomaron y la Reserva Federal comenzó en julio a ajustar su política monetaria. Desde entonces, el banco central estadounidense ha reducido tasas en tres ocasiones, acumulando un recorte total de 75 puntos básicos.
Cuanto más se reduzcan los márgenes, más se podría fomentar que los bancos busquen formas de mayor riesgo para ganar algo de impulso. Todo ello en un momento en que muchas empresas cuentan ya con un apalancamiento elevado mientras que los consumidores también comienzan a mostrar síntomas preocupantes. La última encuesta realizada por la Reserva Federal de Nueva York mostró saldos históricos en los préstamos al consumo pero también un empeoramiento de las tendencias de morosidad en créditos para comprar coches, préstamos estudiantiles e hipotecas.
Las tres entidades bancarias que han mordido el polvo en el último mes cuentan con un total de 177,4 millones de dólares en activos y un total de cinco sucursales. Una minucia que sin embargo rememora los primeros compases de la crisis financiera. Después de no registrarse ningún colapso bancario durante 2005 o 2006, en 2007 un total de tres entidades fueron intervenidas por los reguladores. Un año después, el azote de las subprime provocó el cierre de 25 bancos. Una cifra que aumentó un año después y tocó techo en 2010.