Las autoridades pueden escanear tu teléfono, rastrear tu rostro y saber a qué hora te fuiste de tu casa. Una de las mayores redes de vigilancia del mundo espía a la gente común y corriente y nadie puede detenerlo.

El complejo residencial Huating Apartments, donde un sistema de vigilancia relaciona las caras de los vecinos con sus números de teléfono. Credit…Gilles Sabrié para The New York Times

Paul Mozur y Aaron Krolik
Diciembre de 2019
ZHENGZHOU, China — China está aumentando su capacidad de espiar a sus casi 1400 millones de habitantes a nuevos y perturbadores niveles, y le ofrece al mundo un modelo para establecer un Estado totalitario digital.

Las autoridades chinas están uniendo tecnologías antiguas y de vanguardia —escáneres de celulares, cámaras de reconocimiento facial, bases de datos de rostros y huellas digitales y muchas otras— para crear herramientas exhaustivas de control autoritario, según un conjunto de políticas y bases de datos privadas analizadas por The New York Times.

En cuanto se combinan y comienzan a operar, las herramientas pueden ayudar a que la policía identifique a las personas cuando caminan en la calle, averigüen con quién se encontrarán e identifiquen quién pertenece o no al Partido Comunista.

Estados Unidos y otros países usan algunas de esas técnicas para rastrear a terroristas o capos de la droga. Las ciudades chinas quieren utilizarlas para darles seguimiento a todos.

Ninguna de las nuevas técnicas de China está más allá de las capacidades de Estados Unidos ni de otros países, pero en conjunto, podrían llevar el espionaje de China a otro nivel

El despliegue ha ocurrido a costa de la privacidad personal. El Times descubrió que las autoridades almacenaban los datos personales de millones de personas en servidores que no cuentan ni con las medidas más básicas de seguridad. También reveló que los contratistas e intermediarios privados tienen amplio acceso a los datos personales que recaba el gobierno chino.

La expansión apenas ha comenzado, pero está abarcando todas las ciudades del país. Las redes de vigilancia son controladas por la policía local, como si los alguaciles de los condados en Estados Unidos tuvieran sus propias versiones de la Agencia de Seguridad Nacional.

Por sí misma, ninguna de las nuevas técnicas de China está más allá de las capacidades de Estados Unidos ni de otros países. Pero, en conjunto, podrían llevar el espionaje de China a otro nivel, pues ayudan a que sus cámaras y programas se vuelvan más inteligentes y más sofisticados.

Este impulso de vigilancia está empoderando a la policía china, que ha adoptado un mayor protagonismo en el gobierno de Xi Jinping, el presidente del país. Les ofrece métodos poderosos para rastrear a los criminales, así como a los inconformes que simpatizan en internet con el movimiento de las protestas en Hong Kong, los detractores de la policía y otras personas consideradas indeseables. A menudo, los objetivos de las autoridades son grupos vulnerables, como los trabajadores migrantes —los que llegan desde el campo para llenar las fábricas chinas— y grupos étnicos minoritarios como los uigures, de mayoría musulmana, en el territorio occidental de China.

Por STAFF