Revelaciones
Margarito Escudero Luis
Coatzacoalcos ha sido una ciudad pujante, con un pueblo luchador y trabajador, un sector empresarial fuerte que incide en las decisiones del gobierno.
Ha tenido sus bajas y sus altas, sin embargo, ha sabido salir de sus crisis, como la que le tocó vivir a finales de la década de los 70’s. Un importante hueco económico que sacudió a la sociedad del Puerto.
La buena suerte acompañó a la ciudad. Era el sexenio de José López Portillo (QEDP), cuando se hicieron importantes descubrimientos petroleros, en su euforia el presidente llamó a los mexicanos a prepararse para “administrar la abundancia” y, dada la ubicación de Coatzacoalcos, fue el punto estratégico para mover el aspecto económico.
Hubo auge, dinero en la zona.
Lamentablemente, intereses extranjeros y de voraces empresarios mexicanos, llevó al traste el desarrollo económico, la abundancia quedó en unas cuantas manos, saquearon al país, aunque López Portillo gritó en uno de sus informes: “¡No nos volverán a saquear!” y que defendería al peso “como un perro”.
Nada de eso sirvió. La bonanza se fue.
Sin embargo, la inercia quedó y en Coatzacoalcos los negocios prosperaron, muchas firmas extranjeras llegaron a asentarse al puerto de la esperanza, el lugar para vivir siempre, la ciudad de las grandes avenidas.
Y así, con el poderío de Pemex y la visión empresarial, Coatza se transformó en una de las ciudades más importantes el país, prácticamente la capital del sur de Veracruz, referencia obligada para comerciantes y un destino promisorio para migrantes mexicanos.
Muchos llegaron a probar suerte, fincaron familia y negocios y la ciudad prosperaba cada día más.
La crisis
Hoy, en medio de una severa crisis totalmente ajena a su dinámica interna, resultado de los sueños de globalización y abierta competencia capitalista de los empresarios locales, Coatzacoalcos permite que sus capitales se vayan de la ciudad legalmente. Las empresas trasnacionales se llevan casi todo lo que se produce. Llegaron con el señuelo de crear empleos y ahora el Puerto sufre la emigración y la parálisis económica.
En Coatzacoalcos los negocios prosperaron, muchas firmas extranjeras llegaron a asentarse al puerto de la esperanza, el lugar para vivir siempre, la ciudad de las grandes avenidas.
Se suma la delincuencia organizada y desorganizada y el miedo de la sociedad para vivir un panorama triste.
Coatzacoalcos y la región sur de Veracruz jugaron un importante papel para que el actual gobierno triunfara en las elecciones, la mayoría se vuelca a favor del líder de Morena y por eso se espera que haya una pronta reactivación de la ciudad, para que el letargo de los últimos años se esfume y vuelva a ser la ciudad alegre y trabajadora de siempre.
Todos a la espera de los anuncios importantes del gobierno. El arranque del Corredor Interoceánico es la luz al final del túnel, promesa que tiene fecha de caducidad para convertirse en realidad.
Antes de que enero termine, el Corredor debe estar funcionando, generando empleos, atrayendo capitales y moviendo personas de diferentes partes del país.
También llegan los oportunistas, arribistas y tracaleros con su libro de soluciones inmediatas para todo bajo el brazo. Es parte del movimiento.
Dicen que cuando más oscuro está, es porque el amanecer se acerca. Así que cerca está el nuevo amanecer para Coatzacoalcos y esperemos que lo que se genere sirva para los locales y no para abultar más las cuentas de las grandes empresas extranjeras y nacionales.