En discursos gubernamentales y mediáticos se habla mucho de “aplanar la curva del contagio” alrededor de la pandemia de #Coronavirus para, así, evitar que más personas enfermen de #COVID-19, que es la enfermedad que causa en los seres humanos este virus que tuvo su caso cero en China.
En ZonaDocs, te preparamos una información clara y sintética para comprender lo importante que es frenar, entre todas y todos, el incremento acelerado de la curva de contagio.
Darwin Franco / @DarwinFranco
En reiteradas ocasiones, el subsecretario de Salud en el Gobierno Federal, Hugo López-Gatell Ramírez, ha advertido que en México tendremos una pandemia de coronavirus larga, pero controlada; en sus explicaciones, además, ha sostenido que las acciones anticipadas y preventivas del Gobierno Federal permitirán contener el crecimiento exponencial en la propagación del virus dentro una Fase 2, caracterizada por el contagio local y comunitario. La clave, ha señalado, consiste en que todas y todos, no sólo el Estado, generen acciones para aplanar la curva de contagio.
¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?
Cualquier tipo de epidemia de tipo viral por las propias condiciones en que se propagan los virus (de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que se despiden cuando una persona infectada tose, exhala o escupe; contacto con objetos que hayan sido tocados por estas gotículas y posterior contacto con ojos, boca o nariz, etcétera) siempre manifiesta un crecimiento exponencial de contagio y máxime cuando no se toman las medidas de protección y prevención para evitarlo.
En el caso del coronavirus, conforme a lo que ha señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS), su forma más común de contagio es cuando éste “se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias trasmitida persona a persona o mediante el contacto con objetos que ha sido contaminados por esas gotículas”; de ahí que las medidas más efectivas para evitar el contagio sean: el lavado constante de manos; la limpieza de superficies; el evitar tocarse nariz, boca y ojos, pero sobre todo el mantener una distancia y distanciamiento social, esto con el objetivo de no generar mayores contagios.
Cuando esto no se logra, el crecimiento exponencial -puesto en un gráfico de incidencia del virus y la enfermedad que éste genera (en este caso el COVID-19)- se manifiesta en una curva que alcanza su nivel más alto en pocos días o semanas, lo cual genera una condición donde se tienen más contagios y, por ende, más personas enfermas que lo que cualquier sistema de salud puede controlar y atender.
Aplanar la curva significa e implica: frenar la incidencia del contagio, no el virus per se pues éste dado las condiciones de la pandemia de coronavirus tendrá un crecimiento natural; la clave en cuanto a la contención epidemiológica es si este crecimiento ocurre de manera exponencial, como pasó con China, España o Italia, o si se pueden crear las condiciones para que su crecimiento sea moderado, como ha ocurrido en Japón, Corea del Sur, y como podría pasar en México, conforme a las estimaciones de la Secretaría de Salud.
¿ES POSIBLE APLANAR LA CURVA?
Teóricamente es posible si las medidas de prevención se toman antes de que la transmisión del virus comience a crecer de manera exponencial; es decir, si las acciones suceden antes de esto se podrá tener un crecimiento controlado de los casos positivos; esto no significa que los casos de COVID-19, por ejemplo en México, vayan a desaparecer, pero sí implica que éstos van a crecer de manera moderada haciendo que la dichosa curva de contagio crezca, pero no a manera de una cresta sino como una especie de línea; tal y como hasta ahora se manifiesta para el caso mexicano a diferencia de lo que pasó con en el resto de los países con los que se le comparó en el gráfico anterior.
En la rueda de prensa que ofreció López-Gatell Ramírez, el 24 de marzo, explicó que México tomó esas medidas a partir de que en febrero se comenzaron a manifestar los primeros casos sospechosos de COVID-19 en personas nacionales y extranjeras que estuvieron en contacto con personas portadoras de coronavirus; a partir de estos datos, aseguró el funcionario, se crearon todas las medidas de prevención que fueron la base para la Jornada Nacional de Sana Distancia que arrancó el 23 de marzo y tendrá una duración estimada de cuatro semanas.
Esta Jornada permitirá, si se lleva a cabo de buena manera, que la propagación del virus entre la población ahora dentro de la Fase 2 de la pandemia, no crezca de manera exponencial sino moderada, lo cual implica que los casos -como ya dijimos- sigan creciendo, pero no a niveles que impliquen una sobre saturación del sistema de salud.
En entrevista con el diario El País, Cristian Morales Fuhrimann, responsables de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en México, precisó que:
“México está tomando varias de las lecciones aprendidas por otros países, como China, y está aplicando medidas coherentes con las recomendaciones de la OMS; fue el primero en poner a punto una prueba de detección para el coronavirus y eso es premisa básica para disminuir la velocidad de dispersión de la pandemia”.
Para el integrante de OPS, el cierre oportuno de escuelas, la limitación de eventos masivos y las acciones de distanciamiento social han sido claves para que el país no esté viviendo lo que ahora padecen los ciudadanos de España o Italia. Conforme a las autoridades federales, las acciones y el tiempo de anticipación que tiene respecto de la pandemia es de, por lo menos, tres semanas.
Sin embargo, el frenado o aplanado de la curva, a decir del Subsecretario de Salud en el Gobierno Federal, Hugo López-Gatell Ramírez, no se logrará si la población no acata las medidas dictadas por el Gobierno Federal, ya que la parte más importante de, por ejemplo, la Jornada Nacional de Sana Distancia es lo que la población en general pueda hacer para evitar el aceleramiento en los contagios; por ello, remarcó:
“La cantidad de casos empezará a aumentar, dado que las medidas de contención no logran controlar al virus, pero si la gente anda deambulando por las calles de forma masiva, las medidas (para contener al coronavirus) no serán tan efectivas”.
Las medidas señaladas en la Jornada Nacional de Sana Distancia son:
Definición de los espacios públicos, social, personal e íntimo.
Incremento en las medidas básicas de prevención.
Suspensión temporal de las actividades escolares.
Suspensión temporal de actividades no esenciales.
Repliegue familiar en casa.
Reprogramación de eventos de concentración masiva.
Protección y cuidado de las personas adultas mayores.
Entre las críticas generadas a este modelo están el que no se hayan cerrado en todo el país los aeropuertos o las fronteras, como sí ha pasado en decena de países; al respecto, López-Gatell Ramírez aclaró que no hay datos científicos que prueben que al hacerlo se detiene la propagación del virus, pero sí existe evidencia científica sobre las implicaciones positivas que tienen las medidas de aislamiento y distanciamiento social, acciones que para éste constituyen la base de las medidas que, hasta ahora, ha tomado el Gobierno de México.
Conforme a las estimaciones gubernamentales se preve que la pandemia por el coronavirus y los casos positivos de COVID-19 en México se extiendan hasta septiembre teniendo al mes de agosto como el punto más alto de la incidencia y contagio; a decir del Subsecretario de Salud, si la estrategia funciona y se logra aplanar la curva: “los contagios se retrasarían y permitirían al Gobierno administrar el riesgo” y, con ello, también un posible colapso del sistema de salud a causa de la pandemia de coronavirus.