Revelaciones
Margarito Escudero Luis
El oportunismo es una de las estrategias más socorridas por los políticos mexicanos, guardan sepulcral silencio en tanto no sea período de elecciones, pero una vez que llegan esos tiempos, se transforman en los falsos adalides de la democracia, se encasquetan el traje de salvadores de la Patria, vomitan todos los errores que cometen sus enemigos, en un vano esfuerzo por llamar la atención de los votantes.
Eso es lo que hizo Dante Delgado Rannauro, dueño del partido Movimiento Ciudadano, del que ha vivido en los últimos tiempos, luego de que se le terminó la credibilidad ante la gente.
Siempre negoció desde el lugar que ocupaba en la oposición que, desde su punto de vista, ya no es la misma en la que está ahora, según da a entender en una carta pública dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, que el mandatario construyó la oposición que él quería y no la que el país necesita.
Se entiende también que Dante ya no puede negociar nada con el nuevo régimen; en su forma de ver, la oposición que México necesita es aquella que se empinaba ante el presidente en turno y le hacían el caldo gordo al partido en el poder; Dante añora aquellos tiempos es que se podía vivir holgadamente de la simulación, el engaño y la corrupción.
Por lo menos, la oposición que era, ya no lo es, el partido de Dante ya no puede ofrecer nada al gobierno y ahora se preocupa por intentar ganar algo en la próxima elección para continuar viviendo de los impuestos ciudadanos.
Pero aprovecha el río revuelto. Las condiciones electorales ya no son del todo favorables a Morena; hay mucho desencanto ante los resultados que entregan los actuales funcionarios, muchos ciudadanos no están conformes y eso es caldo de cultivo para la oposición de la que reniega Delgado Rannauro.
Tiene derecho a expresarse, como lo establece nuestra Constitución, pero a lo que no tiene derecho ni Dante Delgado ni nadie, es a seguir manipulando el discurso para engañar y confundir el pueblo mexicano.
Movimiento Ciudadano tiene algunas fortalezas en el país, no muchas pero suficientes para vivir, como en Jalisco y ahora busca golpear en Xalapa, donde llevará su bandera un ciudadano de gran prestigio como es el Dr. Raúl Arias Lovillo, quien fuera Rector de la Universidad Veracruzana.
Al publicar esa carta, Dante Delgado logra atraer reflectores de la oposición poderosa, esa que cuenta con medios de comunicación y grandes empresas que se niegan a aceptar los cambios emprendidos por el presidente López Obrador; los mismos que aplaudieron la entrega de la riqueza nacional a manos privadas extranjeras.
Como dice el mismo López Obrador, tiene derecho a expresarse, como lo establece nuestra Constitución, pero a lo que no tiene derecho ni Dante Delgado ni nadie, es a seguir manipulando el discurso para engañar y confundir el pueblo mexicano.