Revelaciones
Margarito Escudero Luis
¿Qué pasa cuando alguien llega a tu casa sin ser invitado, ni reconocido y se sienta en la sala y lleva invitados?
Eso fue lo que hizo Sergio Gutiérrez Luna al acomodarse en Coatzacoalcos, un domicilio donde no lo conocen y donde ni siquiera se anunció con los anfitriones.
Como le funcionó su arribismo en Morena, cobijado por Mario Delgado, pudo suponer que sería lo mismo ahora que cobra como presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados Federal, un cargo también patrocinado por Mario Delgado, quien funge como propietario temporal del partido.
Llega a Coatza acompañado por la diputada local por Minatitlán Jessica Cisneros, que nada tiene que hacer por estos rumbos y pasando por encima de los legisladores de este Distrito.
La soberbia es mala consejera, Gutiérrez Luna ya se siente todopoderoso, cree que puede hacer lo que se le venga en gana y se posa para ello en su cargo en la Cámara.
A fuerza busca llamar la atención, a unas horas de que el presidente de la República pise tierras del sur de Veracruz.
Y viene con un tema, el presupuesto Federal, que no es de su competencia, sino del Congreso de la Unión y se presenta como el presidente de la Cámara y no de la mesa directiva que hasta ahí se limita su encargo. Intenta convencer a los incautos que es el adalid de las negociaciones al interior de la Cámara, el que evitaría rompimientos y dijo a periodistas que desde su cargo hará que la oposición vea que la Cámara es de todos.
Desatadas las ambiciones, fuera de lugar Sergio Gutiérrez Luna se desboca, se lleva entre las patas a la diputada minatitleca y se presenta ante empresarios de Coatzacoalcos, quienes acuden ante el brillo del oropel de un cargo en el Congreso, se van con la finta, ignoran la ausencia de los representantes de esta ciudad, no cuestionan que faltan Amado Cruz, Tania Cruz y Eusebia Cortés, no repara en la ausencia de Rocío Nahle y habla y habla de las inversiones que se harán en la refinería Lázaro Cárdenas, cuando es información que debería dar el presidente López Obrador durante su visita a ese centro de trabajo.
La soberbia es mala consejera, Gutiérrez Luna ya se siente todopoderoso, cree que puede hacer lo que se le venga en gana y se posa para ello en su cargo en la Cámara.
¿Quién aconseja a Gutiérrez Luna? Lo llevan a exhibir su ambición, a brincarse las trancas, a mentir descaradamente fingiendo que es el súper importantísimo funcionario, un día antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador a esta zona.
Tal vez quiso sorprender al presidente haciéndole creer que es él quien lidera al sur de Veracruz para la Cuarta Transformación.