Revelaciones

Margarito Escudero Luis

Desde siempre, las ambiciones de extranjeros están puestas en las riquezas de otros países y el nuestro no es la excepción.

Desde que comenzó la explotación petrolera en el mundo, las grandes potencias colonizadoras, han saqueado las riquezas naturales de otros territorios, dejando pobreza y divisionismo social.

Recordemos la gesta del General Lázaro Cárdenas del Río, cuando dirigió la Expropiación Petrolera y se decretó que el petróleo era de la Nación. Algunos años pasaron para que lograran convencer a otros mexicanos de que se les devolviera el oro negro.

Los apátridas se esfuerzan para argumentar que ya no es tiempo del petróleo, que ahora son las energías limpias; si así fuera, el poderoso país del norte no andaría guerreando, para quedarse con el petróleo de otros países, como ya lo hizo con Irak y Libia y aún pretende hacerlo con Venezuela y México.

Hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador, pone ante el Congreso de la Unión una iniciativa de Reforma Eléctrica en la que se incluye que el Litio debe ser propiedad de la Nación, para que el producto de su explotación traiga beneficios a los mexicanos y no a empresas extranjeras.

Suena lógico. Sin embargo, hay voces en el Congreso que se oponen a que la riqueza nacional produzca prosperidad aquí y no en el extranjero.

Los priistas, fieles a su tradición, buscan vender caro su voto a favor de la Reforma

El mismo presidente califica esa actitud como de traición a la Patria, son diputados y senadores miembros de una minoría elitista que durante muchos años han medrado con la pobreza de millones de mexicanos.

Las condiciones históricas son abismales con respecto a la expropiación del petróleo, pero las ambiciones son las mismas y, entre todas las intenciones extranjerizantes, además de la pobreza, es evitar el desarrollo intelectual de la mayoría de los mexicanos para poder desarrollar nuestra propia tecnología.

Los panistas son los principales interesados en entregar la Patria al extranjero y los priistas, fieles a su tradición, buscan vender caro su voto a favor de la Reforma; o sea lo mismo con otro color.

Por STAFF