Revelaciones
Margarito Escudero Luis
No hay duda de que el gobierno de Andres Manuel Lopéz Obrador tiene la aprobación ciudadana mayoritaria.
Y esa mayoría confía en que los cambios impulsados desde el gobierno son para beneficio de todos y no de unos cuantos, por lo que el apoyo a las acciones gubernamentales es casi incondicional.
Pero pareciera que son muy pocos los funcionarios que traen bien puesta la camiseta de la 4T, pues una vez empezado el tiempo preelectoral, los suspirante actuaron como en los viejos tiempos, mostrando así su genética priista de la no han querido despojarse.
Actuar igual que como se hacía antes puede ser contraproducente para quienes buscan, ya sea una candidatura de las pesadas, o solamente levantar la mano para ser tomado en cuenta en las negociaciones.
A los patrocinadores de la puesta en escena les salió el tiro por la culata cuando vieron que el subconsciente traicionaba a su enviado especial.
Quienes mandaron a sacudir el avispero en Veracruz son identificables; los rostros del diputado y la diputada que mandaron a hacer campaña mediática, mostraron su origen al realizar reuniones con sectores ajenos al partido del presidente, a la vieja usanza, hablaron, prometieron y se tomaron las fotos con los perdedores de las pasadas elecciones y con eso quisieron apantallar con una “enorme cantidad” de personas que los apoyan.
Así que, a los patrocinadores de la puesta en escena les salió el tiro por la culata cuando vieron que el subconsciente traicionaba a su enviado especial.
Para que la 4T funcione como la mayoría ciudadana espera, es necesario seguir la directriz que marca el mismo presidente, quien además, se encuentra en medio de un tiroteo mediático al que debe responder un día sí y otro también.
La transformación comienza con cambios contundentes, dejar de hacer las cosas cómo se hacían antes, es uno de esos cambios que los ciudadanos deben asimilar y entender y así dejar de lado aquel comportamiento ante las decisiones que tomaban los gobernantes de antaño.
Así que no esperen un “tapado”, y aguantar a que el momento llegue, mientras los demás partidos pueden hacer sus movimientos como siempre lo han hecho, así obtendrán los mismos resultados.