Revelaciones
Margarito Escudero Luis
En el nombre de la Libertad de Expresión se cometen atrocidades que, se supone, debemos soportar solo porque quienes las cometen, tienen el derecho a expresarse.
En los últimos años, en México se puso en marcha un gigantesco operativo para desacreditar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, utilizando cualquier pretexto para denostar y calumniar al presidente.
No estaría mal, ni fuera reprochable si los argumentos esgrimidos por los opositores al gobierno, estuvieran basados en hechos contundentes y demostrables.
Sin embargo, es muy claro que se han basado en mentiras o verdades a medias, explotando el lado negativo de la argumentación.
No hay duda que ese operativo está dirigido por la ultra derecha conservadora, que fue golpeada por la decisión de la mayoría votante en el país, a la que quieren convencer que se equivocó.
Y no escatiman recursos, cuentan con el poder económico para comprar cualquier medio y cualquier individuo que se alquile para promover su campaña de mentira.
La propaganda de desprestigio y de siembra de confusión entre la población, no es nueva; es una táctica que se ha empleado en tiempos de guerra y fue perfeccionada por el régimen de Adolf Hitler en la Alemania nazi y su principal promotor fue Joseph Goebels, uno de los consentidos de Hitler.
La doctrina goebeliana afirma que una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad en el imaginario colectivo.
Es claro que la propaganda nazi sigue vigente y perfeccionada por los adelantos tecnológicos en materia de comunicación masiva.
Aquellos que perdieron el manejo del país, no dejarán de utilizar la estrategia nazi de confusión y manipulación de masas para intentar volver al gobierno y así llegar por la vía legal, pero al fin de cuentas podrán usar otros métodos para lograrlo.
Así van por toda la Nación señalando al gobierno que no permite la Libertad de Expresión mientras vociferan sus mentiras en todos los medios a su alcance (que son muchos).
Señalan con índice de fuego al gobernante de haber polarizado al país, cuando la polarización ya existía en un territorio habitado por extremadamente ricos y extremadamente pobres. Al llegar el nuevo gobierno la polarización se evidenció y los propagandistas oficiales mostraron su rostro verdadero.
Llevaron su furia al extranjero, donde pretendieron lograr la descalificación que en México no pudieron; lograron que el gobierno de Estados Unidos se pronunciara contra la supuesta falta de Libertad de Expresión en nuestro país, y solo se balconearon, pues el país de la libertad pretende encarcelar de por vida a Julián Assange, por haber hecho público los crímenes de guerra cometidos por soldados estadounidenses en las guerras fabricadas para apoderarse del Medio Oriente.
En el nombre la Libertad de Expresión soportaremos mentiras y manipulaciones, pero no reconozco que tengan derecho para hacerlo.