Revelaciones

Margarito Escudero Luis

En el mes de la Patria es bueno observar los estragos que va logrando, poco a poco, el neocolonialismo en nuestro país.

La riqueza cultural que presumimos cada vez que nos sale la mexicanidad, se estrella contra la brutal realidad que parece nadie nota y que está socavando nuestra idiosincrasia, acercándonos más a la gringuedad en cada generación que pasa.

Durante la época del hipismo la penetración cultural extranjera, principalmente de los Estados Unidos, fue manifiesta. Se trató de un momento de ruptura histórica, de rebeldía contra todo lo establecido, liderado en América por el país del norte.

Hoy vemos como ya utilizamos vocablos en inglés (mal pronunciado) como si no tuviera nuestro idioma las palabras necesarias y suficientes para decirlo en español.

La juventud de aquellos años se identificó con el movimiento hippie y copiamos lo superficial, la música, la moda y algunas actitudes.

Con el paso del tiempo, el capitalismo comercializó todo aquello, todo se convirtió en mercancía y vendieron personajes que se convirtieron en ídolos de la juventud, consolidando el proceso de penetración de todo tipo en nuestra América Latina.

Hoy vemos como ya utilizamos vocablos en inglés (mal pronunciado) como si no tuviera nuestro idioma las palabras necesarias y suficientes para decirlo en español.

Así nos encontramos con expresiones como “shot”, en lugar de disparo, “Summer Fest Fashion Show”, porque en castellano no hay forma de decir Festival de Verano Desfile de Modas.

Por otros lados podemos leer que se ofertan “Cursos Online”, ya de plano combinando los idiomas, tal vez porque “courses” no es visualmente “pronunciable”. “Email en lugar de “correo electrónico” ¡uf!, muchas sílabas.

Y así, e-comerce, e-book, shoping, marketing digital y muchos otros términos del inglés que poco a poco van adaptándose al lenguaje de los jóvenes mexicanos.

Y es que todo nos viene de allá, los programas de tv, las redes sociales, los equipos domésticos, la moda; en fin que ya quedamos a merced de la cultura gringa y todos contentos, porque lo nuestro, lo verdaderamente nuestro, vamos dejándolo de lado.

Así se mueven los idiomas, se transforman en el transcurso del tiempo.

En algún momento, se gritará “¡Viva México, sanababitch!”

Por STAFF