Revelaciones
Margarito Escudero Luis
El pueblo de México castigó a los empoderados políticos que perdieron el rumbo y se dedicaron a saquear y vender al país al mejor postor.
Esa privilegiada casta política se olvidó de su origen y relegó a la gente, provocando que se incrementaran las familias empobrecidas, imponiendo salarios de hambre y acumulando toda la riqueza en unas cuantas manos.
Y ese castigo fue guiado por un personaje que enarboló la bandera de la liberación, recurriendo a las lecciones de historia, recordando las luchas de los héroes que nos dieron Patria.
Fue música para los oídos de la gente cuando se pudo entender que sí había un camino para safarse a ese lastre que impedía el desarrollo de la sociedad.
El incendiario discurso de Andrés Manuel López Obrador cuando recorría el país en búsqueda del apoyo popular, elevó el ánimo de la población que no dudó en sumarse a un hombre que prometía transformar el país y acabar con la corrupción.
Era un discurso de guerra, incitaba a la muchedumbre a rebelarse, pero al mismo tiempo invitaba a utilizar las vías legales y las instituciones hechas para ese fin.
Finalmente se logró la suma necesaria (y más) de ciudadanos reclamando ese ansiado cambio y el justo castigo para los traidores a la Patria.
Morena obtuvo la presidencia de la República con una votación nunca antes vista, sorprendiendo a todos por la movilización ciudadana hacia las urnas, eclipsando totalmente las marrullerías acostumbradas por la oligarquía en el poder.
Así, Lopez Obrador llegó a la presidencia de México, la llama de la esperanza enardecía los corazones mexicanos y los cambios comenzaron a verse poco a poco.
El incendiario discurso de Andrés Manuel López Obrador cuando recorría el país en búsqueda del apoyo popular, elevó el ánimo de la población
Sin embargo, el castigo real e histórico para la mafia del poder no llegaba, traidores entre sí, destacados miembros de aquella casta política derrotada en las urnas, sin ningún asomo de vergüenza, se cambiaron de bando.
Hoy, con el cinismo que los ha caracterizado siempre, se mezclan entre la gente que va a apoyar a quienes les indican sus dirigentes y, por indicaciones de esos dirigentes deben aceptar, masticar y tragar a aquellos contra los que combatieron y derrotaron.
Es la decepción entre muchos simpatizantes de la Cuarta Transformación, tristeza al ver cómo políticos muy cercanos al presidente, se abrazan y codean con aquellos que burlaron al pueblo y a los trabajadores durante más de 80 años, ver como reparten sonrisas y promesas a los integrantes de un sindicato que apoyó el desmantelamiento de Pemex, causa corajes a los obreros.
Y la presencia de grandes representantes de aquel régimen que se dedicó a enriquecer a sus miembros, en reuniones populares, resulta frustrante para todos aquellos que votaron por el cambio.
La Patria es para todos, es verdad. Pero esos individuos representan lo peor de nuestra Historia, resulta repugnante saber que se hicieron pactos de impunidad con ellos a cambio de algo que debe ser vergonzoso.
La Patria es para todos, concepto que debe ser bien entendido por el pueblo de México, pero para aquellos que durante décadas usaron a la Patria como si fuera solamente de ellos, difícilmente podrán alternar con la gente a la que sometieron.
Ellos deben seguir pensando que la Patria es de ellos y esperarán pacientemente para arrebatarla.