Parábola X
Por Plinio Soto Muerza
A unas horas de las elecciones en el Estado de México y Coahuila, nada parece que altere los pronósticos y los guiones establecidos desde meses atrás. Al menos que sucediera una verdadera hecatombe mediática contra la profesora Delfina Gómez, todo indica que será la primera gobernadora en la entidad más famosa por ser en otros tiempos, la más priista de todas, donde el grupo Atlacomulco, símbolo de impunidades, corrupción y prepotencia de la clase política, reinaba a sus anchas sin que nadie le pudiera hacerle frente. En los últimos 30 años, todos los gobernadores mexiquenses pertenecían a tal insigne grupo.
Por su parte, en Coahuila, nada influyó para alterar las preferencias electorales, y el candidato de la alianza PRI-PAN-PRD se encamina cómodamente para la victoria. El estado norteño y fronterizo, se convertirá en el último eslabón del poder que alguna vez detentó el Partido Revolucionario Institucional y desde este momento se convierte en la última trinchera de un partido que enfila a su desaparición.
Los saldos finales de las elecciones de este domingo 4 de junio, dependerán sin duda de la danza de las cifras que se arrojen en las casillas a instalarse. ¿Cómo ganan y cómo pierden los partidos que acuden a la cita electoral? ¿Cuáles grupos al interior de los partidos salen fortalecidos y cuáles derrotados? ¿Cómo gana Delfina y bajo qué margen? ¿Cómo queda el PRI en Coahuila y como morena con sus divisiones
Las respuestas a estas preguntas ocuparán unas semanas los temas de conversación, antes de que la lógica electoral comience de nuevo, y en las actuales circunstancias de la pretendida transformación, las señales son que, una vez concluidos los procesos mexiquense y coahuilense, los reflectores se centrarán en las luchas internas por la sucesión de las gubernaturas de morena y la propia definición de la candidatura por la presidencia de la república.
El guion electoral de nueva cuenta empezará a escribirse. Lo electoral de nuevo con gran fuerza irrumpida en la vida de los mexicanos, que no paramos en ver y escuchar elecciones. La máquina electoral aplasta cráneos no cesa de funcionar y pese a los discursos, la política sigue implicando recursos económicos para su reproducción.
Así las cosas, sólo si morena cayera al tercer lugar en Coahuila, lo cual es una posibilidad estadística, impactaría irremediablemente en el método de las encuestas tan defendidas por sus dirigentes; o bien, si la profesora Delfina ganara con menos del 3% de los votos, otra posibilidad estadística, la correlación de fuerza para la lucha interna de morena por la candidatura presidencial podría redefinirse. Sin embargo, las noticias que se suceden en esos estados, confirman que el guion que lleva semanas implementándose, se cumplirá al pie de la letra.
En el caso particular de Coahuila, la enorme presión que ejerció Mario Delgado y la dirección nacional de morena contra el PT para que declinaran a su candidato, sólo confirmó la enorme distancia que los separa de las bases de su partido, que desde hace meses habían manifestado su rechazo a la imposición del senador Armando Guadiana y su apoyo a Ricardo Mejía. A horas de la elección, es una incógnita como se moverán los simpatizantes del PT y las bases inconformes de morena que habían sumado para su candidato: si le harán caso a su dirección nacional o seguirán firmes en su decisión de apoyar a Mejía, que no declinó y que aparecerá en la boleta. ¡Verdadero lio tendrá morena si llegara a quedar en 3º lugar! El toque es directo al método de las encuestas.
Mientras lo anterior sucede, abajo en los territorios, las furias internas se desatan en todas las direcciones posibles hacia el 2024, abriéndose pequeñas grietas que tienen potencialmente signos de escalar en las animadversiones morenistas.
Abajo en los territorios algunos “puros” lanzan acusaciones a diestra y siniestra, mientras que los “no puros”, reciben con sonrisas las critica y más se enganchan en sus prácticas, heredadas de años de participación en los círculos locales de la vida pública. Unos y otros enfrascados en sus furias internas olvidan en menos de 24 horas, lo que cada mañana se repite desde la presidencia de la república, y la política nacional pierde sentido y claridad cuando se revisan las lógicas locales. En los territorios parece que, frente a los guiones que se escriben, hay visos incipientes de rebeldías. Pero de ello, seguiremos escribiendo.