Revelaciones

Margarito Escudero Luis

Hay una cruenta guerra del Poder Judicial contra el presidente de la República en un afán por evitar que se establezcan las reformas necesarias y urgentes para terminar de enterrar al régimen priísta que acabó entregando al país a intereses extranjeros.

El enfrentamiento de los ministros contra el mandatario está patrocinado por aquellos personajes que en los últimos años se enriquecieron haciendo grandes negocios desde su privilegiada posición.

El último bastión que tienen los representantes de ese pasado ominoso, es el Poder Judicial cuyos integrantes ya comienzan a cometer torpezas legalistas aprovechando su investidura.

Por ejemplo, la Ley de Energía que rescataba de manos extranjeras a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a la industria generadora de energías, entregándolas a empresas españolas que encarecieron el servicio eléctrico en su país hasta hacerlo impagable por la ciudadanía.

Esa Ley ya había sido aprobada por el Congreso de la Unión, los representantes del pueblo electos democraticamente, pero dos ministros de la Corte, solo dos que no fueron electos por nadie, decidieron bajarla del rango constitucional y echarla a la basura, lo que permite a los extranjeros vender energía eléctrica a los ciudadanos a precios que se les antoje.

Dos ministros entregados sin vergüenza alguna a intereses extranjeros.

Ahora buscarán la forma de impedir que las iniciativas de reformas constitucionales enviadas por el Ejecutivo al Congreso de la Unión no pasen en el Poder Judicial, adjudicándose así el poder realizar operación política, cuando los encargados de hacer leyes son los diputados y senadores.

La actitud fascista asumida por algunos ministros de la Corte, encabezados por Norma Piña, muestran su rechazo a la voluntad de la mayoría mexicana que puso su confianza en el actual presidente.

Ante esta situación, es la ciudadanía quien deberá decidir cuál será el destino inmediato de México, si el país continúa por el camino de la soberanía o acepta la entrega servil a intereses extranjeros.

Por STAFF