Revelaciones
Margarito Escudero Luis
La guerra sucia que emprendió la oposición en contra de los candidatos de Morena se les está revirtiendo; es lo más natural cuando los patrocinadores tienen la cola más larga y sus intenciones por mantenerse al amparo del poder, es más por protegerse que por servir al país.
La familia Yunes tiene una fama nada recomendable en todos los ámbitos de la política y a muchos padres les gustaría quemar en leña verde al líder del clan por su supuesta tendencia pedófila.
La impunidad de la que han gozado en todos estos años puede terminarse y pudieran pasar sin tanto problema, pero ellos se encargaron de alborotar las aguas en su contra al lanzarse a denostar, difamar y desacreditar a los candidatos morenistas e incluso al mismo presidente de la República.
Ensimismados en su campaña negra, jamás se pusieron a pensar en las consecuencias que les acarrearía meterse fuerte con candidatos y candidatas ganadoras; porque está visto que la preferencia popular está del lado del partido del presidente, que el arrastre de López Obrador sigue siendo fuerte y que se instalarán en los congresos, gobiernos estatales, municipales y en el mismo gobierno nacional, personas allegadas a la Cuarta Transformación.
Ensimismados en su campaña negra, jamás se pusieron a pensar en las consecuencias que les acarrearía meterse fuerte con candidatos y candidatas ganadoras
En lugar de sanar su herida, la profundizan más cada vez que lanzan una injuria, difamación o mentira, creyendo que el pueblo es el mismo de hace años cuando esa oposición lo mantenía oprimido, ciego, sordo y mudo.
Las cosas cambiaron en la base misma de la gente, no solamente fue el cambio de gobierno, sino que la actividad presidencial en estos casi seis años, permitieron que la mayoría ciudadana cambiara su forma de ver al gobernante, algo que no pudieron aceptar desde su derrota y en su ceguera y soberbia infinita siguen creyendo que son merecedores del voto y de los privilegios que da el poder.
Triste su calavera si no aceptan la realidad, su necedad los llevará a situaciones más difíciles cuando se despejen las nubes del proceso electoral y se definan quiénes serán los nuevos gobernantes.