Revelaciones
Margarito Escudero Luis
Un fenómeno que debe ser estudiado por psicólogos y especialistas del comportamiento humano, es la actitud que recién se descubre de los ciudadanos que participaron apoyando a la oposición.
Muchos nos dimos cuenta que los líderes de los partidos que integraban la coalición opositora mentían descaradamente y repitieron sus mentiras hasta el cansancio durante toda la campaña electoral.
Siempre creímos que se trataba de su estrategia para convencer mediante el engaño a los votantes, ante la ausencia de propuestas.
Nunca pudieron conectar con la gente, nunca supieron dar un argumento que convenciera al elector de que su futuro estaría garantizado, no hubo ninguna insinuación de beneficio para el grueso de la población.
Entonces mintieron y mintieron descaradamente, tanto los dirigentes de partido, como sus propagandistas, periodistas y comentaristas que llevaron un mensaje de odio contra el presidente augurando un futuro desolador para México si ganaba quien finalmente ganó.
Pero la tragedia fue para ellos, para los seguidores convencidos de los falsos argumentos, de las descaradas mentiras, porque ahora, después de la derrota ya no ocultan su clasismo ni el desprecio que sienten por las personas que no son como ellos.
Lo peor es que todos ellos creyeron en sus mentiras, vivieron su mitomanía a la espera que se les sumaran los millones de mexicanos que no les creyeron y se quejan amargamente diciendo que advirtieron al pueblo sobre su imaginaria desgracia para el país y ahora dicen que no se explican el triunfo de Morena.
Nunca pudieron conectar con la gente, nunca supieron dar un argumento que convenciera al elector de que su futuro estaría garantizado, no hubo ninguna insinuación de beneficio para el grueso de la población.
De verdad creen que sus dádivas a los ciudadanos que no tienen la oportunidad de un trabajo y sobreviven acomodando vehículos en la calle o la propina que se gana un señor de la tercera edad envolviendo mercancía en un supermercado, es una gran aportación y ahora amenazan con no volver a regalarles esas monedas porque votaron por Morena.
Esa es la pobreza de estos personajes que no alcanza a comprender por qué perdieron. Ellos son una élite y otros creen que pertenecen a esa élite, mientras la gran mayoría de la población sabe que ese no es su camino.