Revelaciones

Margarito Escudero Luis

Algo fuera de serie sucedió en Baja California que ha captado la atención de los medios de comunicación y la ciudadanía en el país entero.
La mayoría de quienes han comentado el caso, refieren que se trata de un atentado a la Libertad de Expresión y una falta de respeto a la persona que sufre esta vejación.
Pues resulta que en Mexicali, la capital de Baja California, existe una empresa de televisión llamada Canal 66 donde trabajaba como conductor del programa Ciudadano 2.0; Gustavo Macalpin; una emisión humorística ácida, sarcástica que en muchos casos tomaba a los personajes públicos, de la política para hacer sus comentarios.
En el último tramo de su emisión, Macalpin anunció que había llegado al estudio Luis Arnoldo Cabada, empresario y probablemente dueño de la estación de TV, a quien el conductor le dio la bienvenida y mientras platicaban algo, de pronto el empresario comenzó a alabar el trabajo realizado durante los últimos seis años al frente del programa y de pronto le soltó “hoy es tu último día”.
Gustavo Macalpin hizo un esfuerzo por no demostrar su sorpresa, asintió con la cabeza y dijo “muchas gracias”.
Así, de sopetón, el conductor fue despedido en vivo de su programa luego de haber estado al aire por más de seis años.
No es el primero ni el último trabajador que es despedido de su empleo, pero en estos casos, debería avisarse con anticipación para poder despedirse del auditorio.

Fue corrido frente su público, el que hace el favor de sintonizar el Canal 66 de Mexicali

Las causas del despido no están claras; el mismo conductor especula que puede tratarse porque en días anteriores se había referido al esposo de la gobernadora de Baja California; otros más señalan que el empresario trata de proteger un contrato millonario.
O sea, sin un aparente motivo dejan sin trabajo a un ciudadano que se dedica a comunicarse con su auditorio, pues huele a un atentado a la Libertad de Expresión.
En la conferencia Mañanera del Pueblo, preguntaron a la presidenta Claudia Sheinbaum su opinión sobre el suceso y dijo: “¡Qué le devuelvan su programa!” y mencionó que había platicado con la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda sobre el caso, agregando que podría tratarse de un atentado a la Libertad de Expresión y que eso “no puede ser”.
Lo que más indignó a la ciudadanía, fue la forma como fue corrido, en público; o mejor dicho, frente su público, el que hace el favor de sintonizar el Canal 66 de Mexicali.

Por STAFF

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