En el mes del Orgullo, que tiene lugar en junio de cada año, la diputada Astrid Sánchez Moguel presentó al Pleno de la LXVII Legislatura un pronunciamiento en el que hizo un llamado a buscar la igualdad de justicia, de oportunidades y de dignidad, libre de toda discriminación, así como hacer valer los derechos de las y los integrantes de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti, Intersexual, Queer, Asexual, Pansexual (LGBTTTIQAP+).

En su participación en la Octava Sesión Ordinaria, la legisladora hizo un recuento sobre los cuestionamientos de la sociedad hacia la comunidad de la diversidad sexual y en los que prevalecen señalamientos sin sustento y con tintes discriminatorios, “en las redes sociales nos desean hasta la muerte, en las instituciones no se nos respeta, no se nos brindan los servicios y la mayoría de las veces somos denigrados, en las calles se nos ofende y golpea, en las familias nos excluyen y en la mayoría de los casos somos expulsados de ellas”.

Por consiguiente, la diputada externó que vivir y resistir en una sociedad con doble moral, llena de prejuicios y estigma, es de celebrarse, “saber que a pesar del odio y la segregación seguimos caminando, dando la batalla con la frente en alto creando un modelo de contención para las nuevas generaciones”, precisó.

Asimismo, subrayó desde el nacimiento debe cumplirse con una heteronorma que es totalmente impuesta y que empieza a crear expectativas de cada uno y que tiene relación a que si naces mujer tienes que ser y actuar como fémina, “todos y cada uno de nosotros deberíamos conocer, la identidad de género, la expresión de género y la orientación sexual son términos totalmente distintos y cada uno, desde su realidad y situación de vida debería poder decidir”.

Por otra parte, indicó que cuando una persona de la diversidad sexual es menor de edad puede vivir escenarios sumamente difíciles, toda vez que puede escuchar a su alrededor los comentarios “chistosos” referente a algún vecino cercano que es femenino o chica trans o de alguien que vive en la colonia y que es motivo de burlas por su apariencia o por no encuadrar en los estereotipos, “estar en un lugar como este te lleva a vivir una doble realidad, creando un prejuicio interno, falta de auto aceptación, depresión y muchas veces suicidio; por todo esto, exigimos respeto”.

Por lo anterior, expresó su orgullo de pertenecer a la comunidad de la diversidad sexual, “orgullosa de sobrevivir a una batalla interna a corta edad, de tener hermanas trans que pasan los 40 años y siguen luchando por ocupar un espacio en la sociedad y de sobrevivir al bullying”.

Por STAFF

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