Revelaciones

Margarito Escudero Luis

Un nuevo virus recorre México, el virus de la mezquindad, del oportunismo a costa de la vida de los mexicanos.

Acostumbrados a imponer su voluntad y sus intereses por encima de todo y de todos, muchos empresarios de este país se organizan para sabotear las acciones que el gobierno implementa para atacar la pandemia de COVID-19.

Durante casi un siglo, la empresa privada mexicana la llevó más o menos tranquila con el gobierno mexicano, poco a poco lograron ablandar las murallas que la Revolución impuso para evitar el acaparamiento y la explotación desmedida de los trabajadores, pues se suponía que ya habíamos salido de eso.

Finalmente, el gobierno mexicano se convirtió en aliado de los empresarios, dejando de lado los postulados revolucionarios y dieron entrada a la explotación desmedida, a negar los derechos laborales que costaron años de lucha y vidas de verdaderos líderes sindicales.

Hasta que llegó el hartazgo y el pueblo de México se sacudió ese sistema dando paso a una nueva oportunidad de convivencia de bienestar para todos.

Pero eso no les gusta a aquellos que se creen dueños del país; al ver afectados sus intereses y sus ganancias, recurren a cualquier tipo de bajeza para denostar e intentar desacreditar al gobierno de la Cuarta Transformación ante los ciudadanos.

La apuesta les ha fallado hasta ahora, pero les cayó como “anillo al dedo” la pandemia del coronavirus y lo tomaron como un aliado para presionar y chantajear a las autoridades.

El colmo de su bajeza y mezquindad la estamos viendo en estos días, cuando un grupo de gobernadores al servicio del gran capital, se asocian para negarse sistemáticamente a pagar impuestos a la Federación.

Los mexicanos nos hemos caracterizado por ser un pueblo solidario en momentos difíciles, el mismo gobierno del principal impulsor dela políticas empresariales, Carlos Salinas de Gortari tuvo que reconocerlo luego de los sismos de septiembre de 1985.

Y el claro ejemplo de la falta de solidaridad de los políticos neoliberales con el pueblo mexicano, fue Miguel de la Madrid Hurtado, quien se quedó pasmado ante aquel episodio  en el que los ciudadanos tomaron la iniciativa para comenzar las tareas de salvamento y rescate; el gobierno simplemente no supo qué hacer.

Aquellos que se creen dueños del país; al ver afectados sus intereses y sus ganancias, recurren a cualquier tipo de bajeza para denostar e intentar desacreditar al gobierno de la Cuarta Transformación ante los ciudadanos.

Hoy, en medio de la contingencia, mientras millones de mexicanos decidimos acatar las disposiciones sanitarias,  un grupo de empresarios decidió aplicar la máxima capitalista, “tiempo de crisis, tiempo de oportunidad”, o sea sacar raja del momento.

Pero se toparon con pared, chocaron con una forma diferente de hacer gobierno, sin complicidades con los eternos enemigos del pueblo.

Al no ser tratados con los privilegios de siempre, sacaron las uñas, mostraron el cobre, y decidieron boicotear al gobierno de Andrés Manuel López Obrador negándose a pagar impuestos durante la cuarentena.

Capricho que les saldrá muy caro, porque si la Secretaría de Hacienda aprieta los pequeños contribuyentes, deberá sacar la casta para meter en cintura a estos delincuentes de cuello blanco, obligándolos a cumplir con la obligación fiscal o proceder como la Ley lo indica.

 

Por STAFF