Revelaciones
Margarito Escudero Luis
Las cosas que están pasando en México tienen a los ciudadanos en un estado, no de alerta, sino de verdadera desesperación, pues aún no se le ve fin al periodo de confinamiento ni al reinicio de actividades.
Algunos padres de familia ya dieron por perdido el ciclo escolar de este año y resignados, prefieren comenzar de nuevo antes de exponer a sus hijos al tenebroso contagio. Ni hablar.
Pero hay otras cosas que dan asco por su ruindad. Aprovechar estos momentos de confusión para atizar la guerra contra el gobierno federal y todo lo que huela a Morena en los estados. Incluso algunos periodistas se subieron al tren de las descalificaciones, de “análisis” burdos y simples que lo único que provoca es más confusión, pero la idea es crear animadversión contra las autoridades.
Suman los muertos de los lugares donde la pandemia no ha golpeado con fuerza y luego, locos de contentos con su análisis chafa, salen a gritar que Coatzacoalcos ya superó en muertos a tres estados del país. Tal vez allá, los ciudadanos sí respetaron las normas y se abstuvieron de salir en tropel a comprar pizzas y cervezas.
Y en esa guerra, bien definida y dirigida, hay algunos que llegan a pensar que son verdad todas las críticas que se hacen al gobierno y se suman sin pensarlo dos veces.
Ahí no hay respeto por nada, enlodan a inocentes, se meten con la familia sin que esta tenga vela en el entierro y cuya única culpa es tener un papá o una mamá ocupando importante cargo gubernamental.
Hace varios años, cuando todavía no se vislumbraba un triunfo de Morena, Rocío Nahle me comentó que su hija había rechazado una importante beca universitaria porque prefirió esperar el resultado de su solicitud en el Tecnológico de Monterrey.
Como mamá se preocupó mucho, pero la muchacha se jugó el albur y al final de cuentas fue llamada al Tec de Monterrey con una beca mejor que la rechazada.
La chica confió en ella misma y ahora cosecha el fruto de sus esfuerzos y sus decisiones. Mamá no puede estar más que orgullosa.
Pero los soldados enemigos del actual gobierno, vieron una oportunidad para atacar en su guerrilla mediática, y se fueron con todo contra la hija de Rocío Nahle, solo porque es la Secretaria de Energía y es una destacada militante de Morena.
Algo que no conocen los “guerreros de internet”, es el honor. No se fijaron un código y tal vez ni siquiera sepan que están en la guerrilla derechista.
Infame pues lo que hacen al no encontrar más elementos de ataque válidos, pues apenas ven un posible error, usan todo su arsenal y a los pocos días tienen que tragarse sus ataques; así nos les queda más que difamar, mentir, embarrar al que encuentren más a la mano, suponiendo que así podrán desestabilizar al gobierno que consideran enemigo.
Atacan con mentiras escondiendo sus verdades, esas que al final de cuentas, como ya se ha visto, los exhibe como lo que realmente son.