Revelaciones
Margarito Escudero Luis
Diversas organizaciones identificadas con la derecha, han realizado una serie de marchas en automóviles, manifestando su rechazo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El hecho da pie para cuestionar al mandatario sobre esas inconformidades y es lo que sucedió en la conferencia matutina del lunes 15 de junio en Xalapa, capital del Estado de Veracruz.
López Obrador no evade la repuesta pero no es la que esperan los reporteros y algunos otros ciudadanos ya que responde conforme a su discurso sobre la libertad de expresión y asegura que esos ciudadanos están en todo su derecho de hacerlo y que “sólo en las dictaduras no se permite la libre expresión”.
Y eso es verdad, aunque se pretenda tergiversar el mensaje presidencial, todos quienes han tomado las calles para manifestarse los han hecho de acuerdo a sus propias convicciones; hay quienes apuestan por la violencia e infiltran golpeadores, vándalos que van causando destrozos a lo largo de una marcha, aunque muchos no estamos de acuerdo en que causar daños a terceros sea parte de una libre expresión.
El caso es que ninguna de esas manifestaciones ha calado en el ánimo popular; al contrario, las descalifica la ciudadanía ya sea por lo violento que son o por lo ostentoso de ella.
“Somos libres, ninguna hegemonía tiene derecho a aplastar a otra nación”.
Hay quienes deciden marchar para exigir justicia en el caso de un asesinato, pero ese fin se ve opacado cuando encapuchados comienzan a pintar bardas, romper cristales, vandalizar al paso de los manifestantes y, como lo han manifestado los interesados, esos encapuchados nada tienen que ver con ellos, sólo llegan, se cuelan en la fila y comienzan su actuación para desacreditar el motivo de la marcha.
Hasta ahora nadie sabe quién los manda, saben que no habrá consecuencias pues están ejerciendo su “derecho a expresarse”.
Es de notarse que en las marchas de automóviles, no aparecen estos sujetos, no hay carros “encapuchados” que vayan vandalizando a su paso.
Somos libres
Volviendo a la conferencia del presidente, también le preguntaron sobre una posible venta de combustible a Venezuela, a lo que respondió que no hay solicitud y en su caso, México lo haría por cuestiones humanitarias. La reportera insistió: “¿A pesar de las sanciones que impuso Estados Unidos?”
El mandatario afirmó diciendo “somos libres, ninguna hegemonía tiene derecho a aplastar a otra nación”.
Las marchas de automóviles continuarán en su intento por convencer al ciudadano de a pie, de autobús urbano, que este gobierno pretende ser una dictadura y que no les permitirá utilizar sus automóviles, cuando de propia voz del presidente, se garantiza su derecho a decirlo y a gritarlo en la calle con claxonazos, carteles e insultos.
Al final de cuentas se trata de una lucha por votos, ya que la pretensión es arrebatar la mayoría al presidente en el Congreso para volver a imponer políticas que sólo benefician a los que se pueden comprar un automóvil y desamparan a la mayoría ciudadana.
La guerra electoral ya comenzó, López Obrador lo tiene muy presente pues deslindó a los partidos del gobierno que es “todo”, dijo.
Preparémonos pues para una larga campaña electoral.