Una mutación del virus SARS-CoV-2 que ya es predominante en varias partes del mundo ha sido detectada recientemente en Asia. Si bien estudios sugieren que la cepa, conocida como D614G, es más infecciosa que la variante original de Wuhan, los expertos sostienen que no es más letal, y que las vacunas seguirán siendo eficaces contra esta mutación.
¿Dónde ha sido detectada?
La mutación fue descubierta por científicos en febrero, circulando desde entonces por Europa y las Américas, según la Organización Mundial de la Salud, recoge Reuters.
La semana pasada, el Centro del Genoma de Filipinas informó que la mutación, junto con el genotipo D614 original, se detectó en junio en una pequeña muestra de casos positivos de Ciudad Quezón, cerca de Manila, si bien es posible que las muestras analizadas “no representen el paisaje mutacional de todo el país”.
El domingo, el director General de Salud de Malasia, Noor Hisham Abdullah, instó a la población a “tener cuidado y tomar más precauciones”, luego de que las autoridades detectaran la D614G en dos grupos de pacientes.
A su vez, Sebastian Maurer-Stroh, de la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación de Singapur, comunicó que la variante también se ha encontrado en esta ciudad-estado, pero que las medidas de contención han evitado su propagación a gran escala.
Más contagiosa
La mutación D614G provoca un pequeño cambio en la glucoproteína, la llamada ‘espiga’ que sobresale de la superficie del virus, que se vale de ella para entrar e infectar células humanas. Un equipo internacional de investigadores reveló en un estudio publicado en julio en la revista Cell que esta variación en el genoma viral del SARS-CoV-2 mejoró su capacidad de infectar células humanas y que es más infecciosa en cultivos celulares en condiciones de laboratorio.
Por su parte, Noor Hisham Abdullah aseguró que la cepa D614G detectada en Malasia es 10 veces más infecciosa que la original, y que las vacunas que están siendo desarrolladas en actualidad pueden no ser efectivas contra esta mutación.
Un estudio separado realizado por científicos de Scripps Ressearch, Florida (EE.UU.) también concluyó que la cepa es 10 veces más infecciosa que la original.
¿Menos mortal?
Sin embargo, el mismo estudio publicado en Cell indica que la mutación no parece ser más mortal que la cepa original ni aumentar la gravedad de la enfermedad.
Según Paul Tambyah, consultor principal de la Universidad Nacional de Singapur y presidente electo de la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas, la evidencia sugiere que la proliferación de la mutación D614G en algunas partes del mundo ha coincidido con una caída en las tasas de muerte, lo que parece indicar que esta cepa es menos letal.
“Quizás sea algo bueno tener un virus que es más infeccioso pero menos mortal”, apunta Tambyah en declaraciones a Reuters.
El experto explica que la mayoría de los virus tienden a volverse menos virulentos a medida que mutan, pues “al virus le interesa infectar a más personas, pero no matarlas” porque depende del huésped “para alimentarse y refugiarse”.