Ya son muchos automovilistas que se quejan del mal servicio que prestan las verificadoras, esas que les dicen si su auto contamina o no, un paso burocrático que los propietarios de automóviles deben dar para poder circular sin que los molesten (supuestamente).

Pero resulta, que ya encontraron la forma de sacarles más dinero a los propietarios de coches que no va a dar a las arcas oficiales.

En las verificadoras les dicen que no hay engomados, esa pequeña calcomanía que indica una verificación exitosa.

“Tu coche está bien, pero no tenemos engomados, todavía no llegan”. Un cuento para que el conductor salga a las calles sin su salvoconducto.

En algún lugar los espera un agente de Tránsito, ya sabe que no lleva engomado y lo detiene.

Por más que el automovilista le explique, aquel no escucha nada y se prepara para morderlo.

Así la transa de acuerdo con el verificador. Entonces se regresa a la verificadora a exigir su calcomanía y le dicen “si hay pero cuesta 600 pesos”. Negociazo el de estos hampones disfrazados de servidores públicos.

Lo peor es que en ningún lugar pueden llevar su denuncia los afectados, así que o pagan o pagan y si no, los seguirán mordiendo. Al parecer, esta práctica se aplica en todo el territorio veracruzano y nadie lo detecta.

Por STAFF