Parábola X
Por Plinio Soto Muerza
Finalizadas las tareas de la Consulta Ciudadana del pasado 1 de agosto, que en los hechos representó una nueva campaña para invitar a la ciudadanía a ejercer su legítimo derecho de participación en los asuntos públicos, algunas voces en Orizaba han venido clamando por una valoración particular de lo sucedido en torno al proceso electoral municipal pasado. Dicha petición hasta el momento no se ha logrado responder en los mejores términos, y lo que se ha presentado hasta el momento, son algunas consideraciones mayormente subjetivas de algunos actores políticos municipales, y poco se ha podido profundizar objetivamente en causas y efectos de los resultados.
La razón principal de la ausencia de una valoración objetiva de lo acontecido en las elecciones a nivel municipal, es sin duda alguna, porque el proceso como tal no ha concluido del todo; abierto el proceso legal por los recursos de impugnación de los resultados, interpuesto por la coalición morena-PT-PVEM, el análisis real y profundo de la elección aún está por resolverse. Sin embargo, vale la pena ir recabando algunos argumentos presentes en el ambiente poselectoral de Orizaba, no sin antes mencionar el contexto nacional y estatal que envuelven dicho proceso.
A nivel nacional los resultados electorales se presentan aparentemente contradictorios. Por ejemplo, morena obtuvo una apabullante victoria en 11 de las 15 gubernaturas que se disputaron. Sus triunfos en Baja California, Baja California Sur, Sonora, Nayarit, Sinaloa, Colima, Zacatecas, Michoacán, Guerrero, Tlaxcala y Campeche, dejan claro que el partido movimiento logró movilizar el descontento contra gobiernos locales totalmente ineficaces para resolver los problemas sociales, además de estar envueltos en corrupción y complicidades. Así también, morena logró mayorías en 19 Congresos estatales.
En cuanto a la Cámara de Diputados, morena logró mantener su mayoría, y con sus aliados, asegurar que el presupuesto federal así como los cambios necesarios de la IVT, sigan su rumbo. Ahora bien, si bien no logró la mayoría calificada, esta es una situación similar a lo que vivió en 2018, y que logró superar con alianzas legislativas.
Pero a pesar de este avasallador triunfo de morena, dos hechos ponen en manifiesto que no todo ha sido miel sobre hojuelas: la derrota electoral en 9 de 16 alcaldías de la Ciudad de México, con la pérdida de un buen número importante de diputaciones locales y federales, donde sobresale la derrota de Pablo Gómez, en el distrito 23 federal con cabecera en Coyoacán, por ser uno de los más activos diputados morenistas, con una muy amplia experiencia legislativa y experto en temas económicos.
Aunado a la derrota en la Ciudad de México, se suma la derrota en el norponiente del área metropolitana, que significó la pérdida de varias diputaciones federales, locales y un número considerable de municipios. Esta derrota en territorio mexiquense, fortalece la duda sobre la narrativa del triunfo avasallador del partido movimiento.
Las causas de las derrotas no han sido abiertamente discutidas y debatidas al interior de morena, pese a que algunas personalidades con fuerte influencia en su interior como John Ackerman, han puesto el acento en la imperiosa necesidad de la revisión de los métodos y las formas que morena implementó para la selección de sus candidatos. Y si el debate a nivel nacional no se ha podido abrir, a niveles locales la cuestión está más complicada.
Pero si para morena los resultados son agridulces, para la oposición sus resultados ni son lo que esperaban, ni tampoco deben de sobreestimarse.
Los opositores a la IVT emprendieron su campaña con varios objetivos; derrotar a morena en la disputa de los gubernaturas, lograr mayoría en la Cámara de Diputados y ganar las mayorías de los Congresos locales y los municipios. Partiendo de los anteriores objetivos, es claro que la oposición sufrió una derrota descomunal, al ganar sólo 3 de los gobiernos estatales en disputa (Chihuahua, Querétaro, Nuevo León). Es de mencionar que si bien morena perdió en San Luis Potosí, la alianza que ganó fue el PT-PVEM, quienes sin duda son aliados a la IVT.
Por otro lado, si el principal objetivo de la oposición era arrebatarle la mayoría a morena en la Cámara de Diputados federal, está claro que no lo lograron y al quedar a gran distancia de la posibilidad de formar una alianza legislativa que se lo permita, la derrota es aún mayúscula.
A nivel de los Congresos locales, el desencanto de la oposición no puede ocultarse como tampoco su vergüenza. Toda la narrativa tanto del PAN, PRI, PRD y de MC, se construyó a partir de una serie de posicionamientos tan irreales como falaces, como por ejemplo, el decir que el gobierno de la IVT es la antesala del socialismo castro-chavista.
Pero no todo fue fracaso para la oposición. El triunfo de sus candidatos en la Ciudad de México y su área metropolitana, le dieron un fuerte respaldo mediático que les permitió presentarse como triunfadores el pasado 6 de junio. Ciertamente el triunfo del PAN, PRI y PRD en 9 de las 16 delegaciones, tuvo un fuerte efecto en la narrativa de la oposición, que construyó la idea de que las clases medias y los sectores no tan desfavorecidos económicamente, le dieron la espalda al proyecto de la IVT; claro, nunca comentaron que en esa narrativa, el manejo tendencioso del desastre de la línea 12 del metro, representó una mina de oportunidades para lucrar políticamente a su favor. Aunque dicho sea de paso, mucho tiene que ver en la derrota de morena, la pésima operación política por parte de funcionarios, tanto federales como locales, del manejo de la crisis provocada por la tragedia de la llamada Línea Dorada.
Los anteriores argumentos, bien pueden servir como punto de partida para identificar el contexto nacional de los resultados del 6 de junio pasado. Por un lado, un partido movimiento que logró ampliar sus zonas de influencia a nivel nacional, pero que sufrió una derrota inesperada en el corazón político de su base simpatizante, la Ciudad de México y su zona metropolitana. Además, a casi dos meses de las elecciones más grandes de la historia de México, el debate interno sobre causas y efectos de los triunfos y derrotas, sigue pendiente en todas las instancias de morena. En mucho por la necesidad política que representó la otra campaña que se vivió inmediatamente: la Consulta Popular.
Por otro lado, para la oposición, su contexto es de derrota nacional, pero con un poderoso triunfo en el corazón político que representa la Ciudad de México, que le permitió presentar una narrativa que ocultó su gran fracaso electoral.
Como se puede observar, el contexto nacional con sabores agridulces para morena y más agrios que dulces para la oposición, nos pueden servir como telón de fondo para el recuento necesario en Veracruz, y especialmente para Orizaba, situación que haremos en las siguientes entregas.