Parábola X

Por Plinio Soto Muerza

Si bien a nivel nacional los resultados del 6 de junio dejaron un sentimiento encontrado para Morena por las derrotas en la Ciudad de México, en Veracruz los datos hasta hoy conocidos, marcan un triunfo avasallador de éste partido y una estrepitosa derrota para los partidos opositores.

En medio de una brutal campaña de ataques contra el gobierno de AMLO y particularmente contra la administración del gobernador Cuitláhuac García, Morena y sus aliados lograron electoralmente aplastar a sus adversarios, logrando el triunfo en 18 de los 20 distritos electorales federales, repitiendo la hazaña lograda tres años atrás, en términos de votación absoluta, e incluso superándola porcentualmente.

Para entender la extensión de la victoria de Morena y sus aliados en Veracruz, es prudente revisar el contexto general que la envolvió.

En la ruta de construcción de sus candidaturas, Morena en Veracruz al igual que en el resto del país, vio con preocupación los retrasos en tiempos y formas de participación. A diferencia del 2018, los candidatos de morena y sus aliados no contaron en esta ocasión con el aval de asambleas de militantes, ni tampoco con procesos de consensos amplios entre sus militantes y simpatizantes. Los tiempos políticos estuvieron presionados por la contingencia sanitaria derivada del SARS-COV2, que fue factor del retraso en la publicación de la convocatoria para los que aspiraban a una candidatura. La presencia del COVID 19 fue la excusa perfecta para dirigir a modo el proceso de selección de candidaturas.

El 23 de diciembre del 2020, fue publicada la convocatoria para elegir a los candidatos de morena, tanto por la vía de Mayoría Relativa, como de Representación Proporcional, pero desde ese momento, una serie de ajustes y readecuaciones a la convocatoria, fueron provocando fricciones entre algunos grupos de militantes. Sin embargo, ya para ese momento, se había tomado la decisión desde los ámbitos de decisión nacional, de permitir y respaldar la reelección de un vasto número de diputados federales.

La decisión de abrir la posibilidad de la reelección de los actuales diputados federales, fue dada a conocer desde agosto por el entonces Presidente del CEN de Morena , Alfonso Ramírez Cuellar. En aquella fecha, muchos no pensaron que se fuera a poder implementar tal medida, y que al final, prevalecerían los mecanismos de las encuestas. Sin embargo, los problemas internos provocados en la lucha por la dirección del partido, que llegó incluso a la intervención del INE para elegir por encuesta al presidente nacional de Morena , fueron marcando el proceso, y sin duda alguna, esta constante pugna e inestabilidad habrá sido un factor clave para, en medio de la crisis sanitaria, se tomará la decisión política, con el aval de Palacio Nacional, de recurrir a lo probado, es decir, de ir por la reelección de los diputados en funciones, con quienes se pudieron establecer lazos de certidumbre para las reformas transcendentales emprendidas por el Presidente de la Republica; es decir, con una crisis interna profunda, se tomó la opción de apoyar la reelección de los diputados y atenuar con ello posibles escenarios de ruptura.

De igual forma, se abrió la convocatoria a una amplia participación de militantes y simpatizantes, para que se pudieran inscribir en el proceso, principalmente bajo el Principio de Representación Proporcional. Ello permitió que se registraran como aspirantes a diputados un gran número de militantes y simpatizantes, incluso figuras externas a Morena .

Con convocatoria en mano, una amplia base militante confío en que el proceso sería el siguiente: Para las candidaturas de Mayoría Relativa, una vez registrada la solicitud, se procedería al análisis de los perfiles por parte de la Comisión Nacional de Elecciones, que junto a la Comisión Nacional de Encuestas, darían a conocer a los cinco mejores perfiles, que serían medidos con una encuesta en el distrito correspondiente. El ganador de la encuesta sería el candidato.

En el caso de las candidaturas por la Representación Proporcional, una vez que se dieran a conocer las solicitudes aprobadas, se haría una primera insaculación, y por cada distrito (300), se tomarían cinco hombres y cinco mujeres, que irían a una segunda tómbola, de donde saldrían la lista definitiva. Pero una serie de ajustes a la convocatoria fueron dejando prácticamente en la calle el compromiso que se hizo a la militancia.

Entre la fecha de la publicación de la convocatoria, y la definición de las candidaturas, se realizaron: dos Fe de Erratas (24 diciembre 2020 y 20 de enero 2021); dos Acuerdos de la Comisión Nacional de Elecciones para ajustar criterios de paridad y acciones afirmativas (3 enero y 15 de marzo 2021); y cuatro Ajustes a la convocatoria (27 de diciembre 2020, 31 enero, 8 de marzo, y 22 maro 2021), que fueron retardando las definición de las candidaturas.

Esta situación de retraso se debió a todas luces a la falta de consensos para la nominación final de los nombres de los candidatos y candidatas. La negociación entre los grupos de Morena y también la negociación con los partidos aliados, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), por otro lado también influyó.

En Veracruz, fue precisamente la presencia del PVEM en la coalición la que redefinió el rumbo que tomaría las candidaturas federales y que impactarían en las locales. Fue el factor político que tenso las condiciones internas de morena en Veracruz, y no era menor el tema, debido a la presencia misma de Fidel Herrera Borunda, hijo del cuestionado ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, como Delegado estatal y dirigente principal del verde en el estado.

Con un atraso en la definición de las candidaturas, y con el tiempo encima para el registro de fórmulas ante el Instituto Nacional Electoral, las listas finales para los 20 distritos federales, fueron fluyendo poco a poco a partir de la última semana de marzo, a horas de cumplirse el plazo legal para el registro.

Al final, y en medio de ásperas negociaciones y cálculos políticos, morena presentó en el estado de Veracruz, candidatos en seis distritos: Papantla, Martínez de la Torre, Coatepec, Xalapa urbano, Coatzacoalcos y Cosoleacaque.

Por su parte, en coalición con el PT y PVEM, llevaron candidatos en 14 distritos: Panuco, Tantoyuca, Tuxpan, Veracruz rural, Poza Rica, Xalapa rural, Veracruz urbano, Huatusco, Minatitlán, Orizaba, Córdoba, Cosamaloapan, Zongolica, San Andrés Tuxtla.

Ahora bien, de los 20 candidatos, 11 fueron diputados en funciones que se presentaron a la reelección, y 9 fueron producto de negociaciones, con sus aliados y con grupos que anteriormente se identificaron con el PRI, PAN o incluso el PRD. De estos últimos, el caso más ilustrativo es el de María del Carmen Pinete Vargas, quien ganó en forma cerrada el distrito 2 de Tantoyuca.

Pero a pesar del proceso complicado, lento, de designaciones directas, imposiciones y alianzas dudosas, con ninguna encuesta de por medio y con sobradas sospechas de prácticas antidemocráticas, los resultados electorales son a todas luces casi perfectos para morena en las diputaciones federales. De 20 diputaciones en juego, morena y sus aliados ganaron 18. Hasta el momento en que se escriben estas líneas, sólo faltaría que Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, resuelva los procesos de impugnación, pero todo apunta a que los 18 triunfos serán ratificados.

La pregunta entonces, entonces es: ¿por qué tan avasallador triunfo? La respuesta bien puede ser sencilla: la fortaleza de morena y la IVT, en amplios sectores sociales, que han aceptado y defienden la idea de la necesidad de transformación de las formas de hacer y pensar la política. Pero sin ser ingenuos, también tal victoria se comprende por las alianzas desplegadas y los acuerdos que se establecieron en Veracruz, ya desde el año 2018.

Ahora bien, los datos objetivos y duros de la elección dan cuanta de la aplastante victoria electoral de Morena , pese a las preocupaciones en algunos distritos, como el de Orizaba, donde la victoria apenas se logró sacar adelante y con pérdidas de votos comparativamente con el 2018. Pero de esos datos, hablaremos en la próxima entrega.

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