Revelaciones

Margarito Escudero Luis

Me encuentro a más de 500 kilómetros de distancia de Poza Rica, tomando en cuenta un viaje por carretera. Desde aquí es imposible saber cuáles son las condiciones en que se encuentras esa población luego del desborde del río Cazones.

Así que tengo que aceptar la información que pueda llegar a través de los medios de comunicación, cualquiera que éstos sean.

Pero, de pronto, me topo con la sorpresa de que un grupo de medios dan una versión y otros dicen otra cosa. Una competencia mortal donde informadores se pelean al auditorio sin importar que están lanzando mentiras, medias verdades, medias mentiras, versiones tergiversadas, sin lograr aportar una visión clara de la trágica realidad que están viviendo los compatriotas del norte de Veracruz.

Cualquier esfuerzo que puedan hacer individualmente es inútil, la fuerza de la naturaleza rebasa por mucho la capacidad ciudadana

Los medios se han encargado de politizar la información, unos intentando desacreditar o en el peor de los casos, negar los esfuerzos del gobierno para llevar ayuda, apoyo, recursos, para sacar a la ciudadanía de los lugares afectados, de su tragedia lo más pronto posible.

Otros empeñados en mostrar la cruda realidad de los domicilios colapsados, automóviles volcados, enseñando los destrozos provocados por la violenta creciente.

Y otros más apoyando las actividades que realizan las autoridades, atestiguando la llegada de maquinaria pesada y elementos de todas las corporaciones del país para trabajar en las labores de limpieza y rescate.

En medio de esa bizarra competencia, los ciudadanos inmersos en su desesperación, clamando por ayuda inmediata ya que, cualquier esfuerzo que puedan hacer individualmente es inútil, la fuerza de la naturaleza rebasa por mucho la capacidad ciudadana.

Decimos en México que mucho ayuda el que no estorba, entonces informar sobre los lamentables hechos debería llevar la sana intención de mostrar la realidad tal como es para que el resto de los ciudadanos puedan tomar decisiones y apoyar en consecuencia.

Pero no. La intención es denostar, desprestigiar a los funcionarios, buscando que la ciudadanía que los ve, se cree la imagen que a ellos les conviene, pasando por encima de la enorme necesidad de aquellos ciudadanos que padecen la tragedia.

 

 

Por STAFF

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