Revelaciones

Margarito Escudero Luis

Me tocó nacer en una generación contestataria, en un momento histórico cuando muchos paradigmas sociales cayeron en el mundo entero.

Los movimientos sociales de los años 60´s costaron muchas vidas, como otras tantas se entregaron en el nombre de la grandeza de los Estados Unidos que envió (y sigue enviando) a sus jóvenes a morir en guerras lejanas.

Los años 60´s marcaron un parteaguas en los gobiernos de muchos países, el genocidio contra Vietnam provocó la reacción de la juventud de aquellos años en el país del norte y dio pie al llamado movimiento hippie.

En México, los 60´s quedaron marcados por dos acontecimientos que colocaron a nuestro país ante los ojos del mundo entero; los Juegos Olímpicos y la matanza de jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco, en el entonces Distrito Federal, ambos eventos ocurridos en octubre de 1968, casi la mitad del siglo XX.

El sistema político mexicano, autoritario y represivo, comenzó su declive luego de aquellos lamentables hechos. Muchas vidas se pagaron por el atrevimiento de enfrentar la paranoia comunista que atacaba a los gobiernos.

Muchos venimos de una generación cuya antecesora le tocó, en alguna medida, soportar el infierno de la Segunda Guerra Mundial, el autoritarismo era la regla y la desobediencia se castigaba de muchas formas en todos los ámbitos de la vida social y familiar.

Las opiniones contra la figura autoridad se sancionaban severamente, hasta que llegó el hartazgo y la rebeldía juvenil se atrevió a enfrentar las medidas enérgicas y coercitivas de una época marcada por la violencia oficial.

En México, los 60´s quedaron marcados por dos acontecimientos que colocaron a nuestro país ante los ojos del mundo entero; los Juegos Olímpicos y la matanza de jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas

Esa generación provocó cambios profundos e históricos en todos los espacios sociales, en cada una de las actividades que le dan vida a la sociedad, la educación, la música, las artes en general influyeron definitivamente para que los cambios se dieran.

Hoy, parte de aquella rebelde y contestaría generación pretende controlar, manipular y utilizar a la juventud de la década de los 2020 en pleno siglo XXI, se disfrazan de jóvenes y lanzan sus mentirosos mensajes creando una narrativa de miedo, pero al mismo tiempo pretenden lanzar a los muchachos y muchachas a la violencia callejera, para hacerles creer que vivimos en un país violento y que solo ellos son quienes pueden calmarlo.

Los viejos, cuya juventud se quedó en los 60´s y 70´s, que formaron parte de una casta privilegiada, lejos de las necesidades del pueblo trabajador, han secuestrado a una generación cuya característica es la tecnología, redes sociales y un lenguaje lejano al que usaron en su lejana época.

Llaman los viejitos empresarios, millonarios y conservadores a los jóvenes, para que tomen las calles, destruyan, quemen y reclamen poder, pero no para ellos, sino para aquellos nostálgicos que creen que puede la Historia volverse atrás para recuperar privilegios que perdieron gracias a su desmedida ambición y crueldad.

Se apropiaron de un nombre que nada tiene que ver con un salto generacional, bautizándola con el nombre que representa uno de los más negros episodios de la Historia mexicana, la era de los “Z´s”, el temible grupo armado que representó a la delincuencia organizada en la época neoliberal y le endilgaron su nostálgico nombre a la juventud que quieren sacrificar en aras de sus intereses.

La publicitada “generación z” marchará el sábado, llena de personas que no representan a la juventud de esta época, sino a políticos y empresarios que, por alguna poderosa razón, el pueblo los sacó del poder y los arrojó al basurero de la Historia.

 

Por STAFF