Cómo una burla toman los ciudadanos de Orizaba, a la estatua de Porfirio Díaz que se instaló en una plaza de esa ciudad.
Consideran que ofende a las luchas obreras que se dieron en la zona de Orizaba y Río Blanco, considerada como la cuna del sindicalismo mexicano, dónde la dictadura de Porfirio Díaz se ensañó contra los trabajadores que exigían mejores condiciones laborales.
La lucha por retirar la oprobiosa estatua lleva ya varios años, se han tomado acuerdos en el cabildo orizabeño, pero el alcalde Igor Rojí López se ha negado sistemáticamente a cumplir los acuerdos del cabildo.
Tanto que en la última sesión volteó a su favor la votación, se dice que compró la voluntad de regidores para contar con los votos que hacían falta.
El asunto llegó al Congreso veracruzano, en la Sexta Sesión Ordinaria de la Diputación Permanente, correspondiente al Primer Receso Legislativo, el integrante de la bancada de Morena,
Augusto Nahúm Álvarez Pellico emitió un pronunciamiento con relación al incumplimiento del acuerdo de cabildo del ayuntamiento de Orizaba en retirar la estatua del dictador Porfirio Díaz.
Exhortó al cabildo y sobre todo al alcalde de Orizaba, a ser respetuoso de los acuerdos que se toman en el máximo órgano rector, pero sobre todo a escuchar las voces de los ciudadanos, organizaciones, hijos de obreros y colectivos que claman que ese monumento sea retirado.
El legislador dijo que las determinaciones del órgano rector del Ayuntamiento deben ser respetadas y acatadas, “no se pueden dar este tipo de situaciones en donde las decisiones importantes de los orizabeños se sujeten a un grupo minoritario que se siente amo y señor de la ciudad”.
Fueron tres veces en que el punto de acuerdo para quitar el monumento, se aprobó por cinco ediles, contra solo dos votos en contra.
El diputado responsabilizó al alcalde Igor Fidel Rojí López, toda vez que por su bloqueo sistemático no se cumplió cabalmente el primer acuerdo, “deja un muy mal precedente para futuros cabildos, en donde un acuerdo puede ser sometido a votación las veces que sean necesarios, hasta que así convenga los intereses de unos”.
En este tenor, explicó que la aprobación del retiro de la estatua de Díaz Mori ha generado un amplio consenso de la sociedad, ya que en esa región de Veracruz viven los descendientes de los obreros que fueron asesinados durante el porfiriato.
Cabe destacar que la mencionada estatua fue colocada cuando gobernaba el municipio el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y durante el régimen panista se han negado el cumplimiento de las resoluciones de cabildo.
La sociedad de Orizaba y Río Blanco recuerdan los años de luchas obreras, contra patrones explotadores protegidos por la dictadura porfirista, muchos de los obreros en huelga cajeros muertos en la defensa de sus ideales, por lo que consideran una grave ofensa, una burla, que las autoridades permitan la permanencia de la imagen del dictador.