La cuarta
Ernesto Elizondo
Hay una sensación de abandono en la población, algo no está bien, algo no está encajando en la percepción ciudadana respecto al gobierno que ayudó a instalar con su voto.
La gente dice que le están dando más de lo mismo, a pesar de los esfuerzos que hace el presidente con su eslogan mañanero de “primero los pobres”.
Y es que la gente no ve a López Obrador batallar con los periodistas enviados a fregarlo, las personas aún están conectados con Loret de Mola, Zarza y todos los presentadores de noticias de las mañanas, es su desayuno para antes de ir a trabajar.
Si no ven a alguno de los mencionados, sentirán como que algo les hace falta y no andarán a gusto todo el día. Esos personajes son parte de la cotidianeidad ciudadana, durante años fueron amaestrando a la sociedad hasta hacerse indispensables así, las personas acostumbradas a ellos, aceptan a pie juntillas lo que les digan.
Es una minoría de mexicanos que buscan contrastar información para sacar sus propias conclusiones y no caer en la manipulación, el resto no entiende en qué consiste la información de primera mano, como lo es la conferencia matutina del presidente.
Se pueden alegar muchas cosas, pero en la llamada “mañanera” de López Obrador, salen a relucir muchas cosas; por ejemplo, el viernes pasado, el periodista Jorge Ramos cuestionó al presidente de una manera que sobrepasó las formas, cosa que molestó a muchos y llenó a alegría a otros, que encontraron en el show de Ramos una nueva veta para golpear a AMLO.
Pero una cosa si es clara, al presidente alguien le está mintiendo, tiene al enemigo dentro y no quiere aceptarlo y, de seguir así, en un futuro no lejano, tendrá problemas más serios.
Y queda claro que alguien está maquillando cifras y tal vez el mandatario no lo sabe y está confiando en sus subalternos y estos le están metiendo sendos goles, dejando a su jefe en ridículo ante la prensa.
¿Qué hubiera pasado si las cifras de Jorge Ramos hubieran coincidido con las que mostraba López Obrador? Tal vez se hubieran ahorrado el bochornoso momento. Pero hasta pareciera que Jorge Ramos ya sabía de las cifras inexactas, por eso se atrevió a mostrar su espectáculo.
Los datos que mostró el presidente ya fueron retirados y el gobierno aceptó el error, lo que significa que alguien está haciendo mal su trabajo o de plano es deliberado.
Pero la gente no se da cuenta de eso, siguen a Televisa y a Tv Azteca y las otras televisoras que van por el mismo rumbo y aceptan sin analizar lo que los locutores les dicen, así la comentocracia que sirvió al neoliberalismo, sigue haciéndolo, pues aún encuentra campo fértil para incidir en las personas y dejar en mal todos los esfuerzos del presidente.
Y algunos se preguntan: ¿De verdad están tan jodidos los colaboradores de la cuarta transformación? ¿Qué no hay en Morena personas preparadas para hacer mucho mejor ese trabajo? ¿Qué no se da cuenta el presidente?