Revelaciones
Margarito Escudero Luis
Ahora sí se zurró fuera de la nica don Gersaín Hidalgo, junto con sus huestes sindicales del Ayuntamiento de Coatzacoalcos. Cumplió sus amenazas y terminó de paralizar la ciudad, que de por sí pasa por una situación delicada.
El Sindicato Único de empleados Municipales (SUEM) no es el único ente social que atraviesa una crisis severa, todos los ciudadanos estamos viendo las de Caín en una situación que no se le ve final.
Pero, lleno de soberbia, Gersaín Hidalgo cree que las puede todas y dejar al resto de la ciudadanía aislada e impidiendo a cientos de trabajadores foráneos poder llegar a sus centros de labores.
El asunto que Gersaín pelea es un pago al que ellos le llaman “Quinquenio”, un privilegio que anteriores administraciones otorgaron a los trabajadores, a cambio de mantenerse calladitos, pero ahora, por un tema de interpretación, el conflicto se dirime ante tribunales laborales y serán los jueces encargados quienes determinen lo procedente.
Sin embargo, el dirigente sindical, lejos de acatar la normatividad, viola flagrantemente las leyes al impedir el libre tránsito de ciudadanos mexicanos de la región, bloquear las vías de comunicación e incitar a la rebelión.
Sus agremiados, con su único interés de cuidar la chamba, se prestan a los caprichos de Gersaín y su pandilla, tal vez sin saber que están cometiendo un delito grave.
Tal vez el grupo delincuencial de Gersaín Hidalgo tenga un padrino de gran peso, poderoso, alguien que desde lo oscurito le esté moviendo los hilos con el único fin de desacreditar a Morena, el partido que les arrebató todos los privilegios a los políticos de la mafia del poder.
Lejos de acatar la normatividad, viola flagrantemente las leyes al impedir el libre tránsito de ciudadanos mexicanos de la región, bloquear las vías de comunicación e incitar a la rebelión.
Hay que recordar que los movimientos electorales ya comenzaron, debilitar al enemigo es prioridad para aquellos que se quedaron fuera del presupuesto y utilizarán todos los recursos de que dispongan sin importar el tamaño del daño que puedan causar.
Si Gersaín Hidalgo es sólo un instrumento de alguien escondido en las alturas, que cuenta con muchos recursos para invertir en el desgaste de Morena, imaginen ustedes lo que son los cientos de trabajadores que se prestan a las sucias maniobras de su dirigente.
Cuando Gersaín Hidalgo comenzó con su carrera sindical, soñaba con convertirse en un “gran líder”, creyó que podía estar a la altura de grandes dirigentes sociales, creyó que contaba con todo a su favor.
Hoy cayó en el juego de muchos, cuyos sueños no tienen la altura suficiente y se quedan en la mediocridad del pacto, de los arreglos en lo oscurito, del intercambio de favores y privilegios con aquellos que (se supone) son los enemigos de la clase trabajadora a la que dice defender.
Hoy, Coatzacoalcos vuelve a ser rehén de unos cuantos que defienden intereses oscuros, y no hay poder legal que pueda ponerlos en su lugar.
En redes sociales, el lugar donde en esta época se dan batallas inútiles, muchos ciudadanos amenazaron con responder violentamente a la violencia ejercida contra la ciudadanía por el Sindicato Único de Empleados Municipales, hasta el momento de escribir esta nota, no se sabía de enfrentamientos entre trabajadores de diferentes organizaciones.
Gersaín Hidalgo es el responsable de las pérdidas capitalistas que pueda generar su violento movimiento y los encargados de aplicar la Ley deberán demostrar que son dignos de cobrar el salario que se les paga.
Mientras, la orgullosa Coatzacoalcos hoy, otra vez de rodillas.