Revelaciones
Margarito Escudero Luis
En todas partes quieren acabar con los mexicanos, o por lo menos con ciertos mexicanos.
En estados Unidos la guerra del presidente Trump contra los migrantes, ha llevado a los extremos la tendencia racista que ya hay quienes se siente héroes y quieren liberar a su país de nuestros paisanos; como sucedió en el Paso, Texas, donde un demente asesinó a 22 personas.
Así lo declaró a las autoridades. Viajó más de 11 horas exclusivamente para acabar con la “invasión” mexicana en Texas.
Pequeñas mentes víctimas de la xenofobia, llevada a ultranza sin conocer los verdaderos fines de quienes la patrocinan.
Porque no hay duda que los intereses de Estados Unidos son más importantes que las mentes de sus ciudadanos, que de verdad se creen aquello de que son los más poderosos del mundo, cuando basan su poder en la fuerza de las armas, invasiones, guerras, desestabilizando países, vendiendo armas al mejor postor.
El imperio encabezado por los gringos atraviesa una crisis que pone en duda su supremacía mundial y ahora recurren al racismo para intentar detener un poco su caída.
Los chinos y los rusos son ahora su contrapeso, tanto que estas dos naciones han decidido hacer a un lado el dólar y comerciar con sus propias monedas.
El caso es que hay locos armados en el vecino país que cree que los mexicanos somos sus enemigos, por lo menos los mexicanos pobres que saltan la barda buscando una vida mejor.
Basan su poder en la fuerza de las armas, invasiones, guerras, desestabilizando países, vendiendo armas al mejor postor.
Pero aquí mismo, en nuestro territorio hay otra crisis creada por políticos y traficantes, crisis nacida en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y agravada en los tiempos de Felipe Calderón, mantenida en la época Fox y magnificada con Peña Nieto.
Una guerra contra ciertos grupos que controlan todo tipo de negocios ilícitos, como el tráfico de drogas, el robo de combustibles a Pemex, extorsiones, secuestros, trata de blancas y un etcétera que no sabemos dónde está la punta de la madeja.
Una hidra que reproduce sus tentáculos, cada vez más violenta y que, al parecer no hay poder que pueda detenerla.
Así, suman ya miles de mexicanos muertos y desaparecidos, suman miles las familias incompletas sumidas en angustia y terror.
A eso les sumamos a los desequilibrados armados que ven en Estados Unidos una invasión de mexicanos y que también quieren resolver su supuesto problema a balazos, matando gente que no conocen.
Mientras, al resto de las potenciales víctimas no les queda más que encomendarse a los mismos dioses que trajeron los extranjeros para mantenernos callados, quietos, esperando la bala que nos corresponde.
Pequeñas mentes víctimas de la xenofobia, llevada ultranza sin conocer los verdaderos fines de quienes la patrocinan.