Revelaciones
Margarito Escudero Luis
En México, el proceso del coronavirus se encuentra en su primera etapa y el gobierno, junto con las autoridades de salud, se preparan para enfrentar la segunda fase, así lo informó el presidente Andrés Manuel López Obrador al iniciar su conferencia matutina de este martes 17 de marzo.
Dijo que hay desinformación, rumores y pánico y con eso no se ayuda, al contrario, se provocan afectaciones, refiriéndose a todos los gritos desesperados de sus rivales políticos porque no hace lo que ellos le indican.
Es necesario destacar que el plan aplicado en nuestro país ha dado resultados; “se debe actuar con serenidad y no dejarnos manipular”, dijo el mandatario.
En México, a pesar de que no se han tomado medidas como en otros países, como el cierre de fronteras, usar cubre bocas o las cuarentenas, no hay tantos infectados y ni un solo muerto.
Tampoco se han anunciado paquetes de rescate multimillonarios como en Estados Unidos, Francia e Italia y seguimos haciendo nuestra cotidiana vida.
El capitalismo feroz siempre saca raja de estas contingencias, politiza la situación y, a través del Fondo Monetario Internacional (FMI), se apresta a “ayudar” a las naciones afectadas; ya anunció que dispone de un fondo de un billón de dólares para endeudar a los países que requieran hacer frente a sus descuidos sanitarios.
Como en nuestro país se han aplicado las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), han recurrido a la burla contra el presidente porque no les hace caso.
México es de los pocos países que, desde los primeros días de enero, se preparó para la pandemia, algo que no hicieron los demás, que los tomó descuidados y confiados.
Ahora vemos que naciones americanas han llegado al extremo de cerrar sus fronteras con todo el mundo, todo empezó cuando Estados Unidos cerró con Europa por treinta días y luego se sumaron las demás naciones, Canadá, Argentina, Chile, Venezuela, Ecuador, Perú, Colombia, Honduras y El Salvador.
El presidente de Ecuador, Lenin Moreno, aprovechó la contingencia para aplicar su paquete neoliberal de reformas; Colombia tendrá 60 días de contingencia y Venezuela implementó la cuarentena.
El capitalismo feroz siempre saca raja de estas contingencias, politiza la situación y, a través del Fondo Monetario Internacional (FMI), se apresta a “ayudar” a las naciones afectadas
México no lo ha hecho y eso le ha atraído muchas críticas de medios de comunicación gringos que se le fueron encima por las giras que no ha detenido el presidente, abrazando y saludando de mano a los ciudadanos.
Lo cierto es que nuestro país el virus todavía está controlado, los casos que existen son importados de Europa, China o EEUU. Hasta el momento no hay casos de transmisión local.
Y eso se debe a que desde que se inició la epidemia, México se apegó a las recomendaciones de la OMS; aún no hay cuarentena ni medidas de distanciamiento social y no hay casos locales como en otros lados donde se aplican estas medidas extremas y ya tienen personas fallecidas.
La inmovilidad social puede provocar un gran daño a la sociedad, ya que se amenaza la posibilidad de tener insumos para la vida diaria.
La Organización Mundial de la Salud, desde la década de los 90’s, con el respaldo de la comunidad global, planteó los principios rectores del Reglamento Sanitario Internacional y uno de ellos es que las medidas de protección y control de epidemias, deben tomarse de acuerdo al riesgo que pueda generar.
El presidente de la República ha dicho una y otra vez, que el tema de salud está en manos de los expertos, y que se actuará tomando las medidas necesarias conforme lo indiquen los especialistas.
Así que, a pesar de los gritos y sombrerazos de la pandilla de la ultra derecha, que se la pasa dando órdenes al ejecutivo, a pesar de los rumores y las mentiras que se propagan en las redes sociales, México se mantiene en calma, las autoridades ya están listas para enfrentar la segunda etapa de la epidemia y a los ciudadanos nos toca estar pendientes de las recomendaciones de las autoridades de salud, no de los medios amarillistas.