Revelaciones
Margarito Escudero Luis
Muchas personas me han catalogado como un iluso e ingenuo soñador, uno que cree que todo puede cambiar en nuestra sociedad y nuestro país para beneficio de todos quienes lo habitamos.
Esa idea y compromiso la he mantenido desde hace décadas, y en ese lapso he visto cómo nos acercamos a la posibilidad de lograrlo, pero también me ha tocado ver cómo las ambiciones personales y de grupo, dan al traste con una lucha encaminada a mejorar las condiciones de vida de muchos mexicanos, sin perjudicar la de otros que han tenido mejor suerte.
Y esos golpes traicioneros no me han hecho cambiar de ideas ni de postura ante la Historia de mi país, pues cada vez que las contradicciones sociales hacen crisis, la lucha se renueva.
No puedo creer que una vida de traiciones, de corrupción, discriminación y abandono, sea normal.
No puedo aceptar que la mezquindad y el robo, sean nuestra bandera como Nación.
Y en ese devenir me he topado con personas que piensan como yo, con individuos honestos que comparten el mismo ideal y nos unimos y volvemos a creer y ponemos lo que podemos poner para, otra vez, avancemos en el sueño de un país digno para todos los mexicanos.
Un recuerdo para el ingeniero Heberto Castillo.
Hoy me honro en compartir la trinchera con personajes de la talla de Rocio Nahle y Amado Cruz Malpica, quienes coincidimos con el proyecto de transformación del país del presidente Andrés Manuel Lopéz Obrador.
Dicen que el fin justifica los medios, y al haber aceptado el liderazgo del presidente para alcanzar el objetivo, debo aceptar la vía trazada.
Pero veo a los rivales derrotados y enfurecidos, capaces de cualquier cosa, como lo han hecho desde siempre, para derrumbar este proyecto. No se llenaron y quieren todo, por eso mienten y ofrecen al pueblo de Mexico, lo que no quisieron cumplir cuando detentaron el poder.
Roció Nahle ha dado muestras de congruencia y solidaridad con sus conciudadanos; Amado Cruz Malpica es el maestro, dueño de un vasto conocimiento que le permite una amplia visión sobre nuestra sociedad y su potencial.
Con virtudes y defectos como todas las personas, buscan el bien común, de verdad, sin poses, son ahora el resultado de sus años de lucha y la vida los ha colocado ante la gran oportunidad de transformar la Nación que nos obija.
Yo, desde este espacio me solidarizo con mi modesto aporte para alcanzar la victoria.