LA PURGA
Jenny Zapata
Llego la hora de la verdad, todos los candidatos hicieron su esfuerzo por convencer al electorado, la pelota ahora está en la cancha ciudadana.
Cada proceso electoral pasa por esta situación, pero hoy es diferente, especial.
Aquellos que durante años estuvieron disfrutando de las mieles del poder, no pudieron imaginar que alguna vez terminaría su jauja.
Siempre llenos de soberbia, pisoteando a quienes no pudieron defenderse, ignoraron que la paciencia de los oprimidos tenía un límite, que en elgun momento de la Historia, una rebelión mayoritaria los sacaría del cuento de hadas en que vivían.
Desde hace tres años, la gente se dio cuenta del poder de su voto, hoy son conscientes de que la participación masiva y organizada puede cambiar el destino que aquellos les habían decidido.
Quienes durante décadas descansaron sus traseros sobre las espaldas de los trabajadores, hoy participan desesperados alegando que ya cambiaron, que ahora sí repartirán la riqueza nacional para todos los mexicanos.
Hoy reconocen que tres pesos de aumento al salario es una burla, un insulto contra quienes los sostienen en su burbuja príncipesca.
Ellos tiemblan ante una mayoría que ejercerá su voto para mejorarse a sí mismos, para cambiar el rumbo de su sector social hacia un destino mejor, auténtico, real.
Este domingo dos fuerzas se encuentran, una con amenazas y mentiras, pretende volver a su modo de gobierno, al saqueo y la falacia, al robo legalizado y al empobrecimiento del país.
En el otro bando, la fuerza transformadora de la sociedad, la que despertó de un letargo televisivo y telenovelero, la que ahora se da real cuenta de su poder, irá a las urnas a refrendar su esperanza en un futuro mejor.
Aquí no cabe la media tinta, se trata de ir y votar, de salir sin miedo a las amenazas, pues el premio por esa acción es grande.
La hora de la verdad ha llegado.