Revelaciones

Margarito Escudero Luis

 

Morena sigue causando sorpresas y angustias entre las bandas de la oposición, porque a pesar de sus campañas mediáticas intentando desprestigiar tanto al gobierno como a sus candidatos, parece que todo les sale al revés.

Lanzaron sus campanas al vuelo cuando su hoy aspirante a ser presidenta de México armó sus escándalos frente al palacio nacional, haciéndose la víctima y logrando que se le prohibiera al presidente mencionar su nombre.

Los genios estrategas de la derecha creyeron ver en la señora a la persona idónea que les llevaría los votos que necesitan para ganar, pero al poco tiempo de haberla ungido, se les desinfló por su falta de preparación, conocimiento y porque no fue de su talla el disfraz de oveja sobre su derechista y lobezna humanidad.

Hoy, en las precampañas ya oficiales, las encuestas todas, tanto de izquierda como de la derecha, marcan una gran distancia entre el puntero (en este caso Morena) y el segundo lugar que ocupa la coalición prianista.

Pero ese no es el verdadero problema de los segundones, sino la posibilidad de perder esa posición, pues la aparición de Samuel García en el escenario electoral los tiene preocupados.

Y es que la actuación de la precandidata prianista ya no sabe como defenderse de los dislates de los dirigentes de los partidos que integran la coalición, que un día se pelean y al otro día también, dejando claro que ya no les interesa el destino de su aspirante presidencial, sino buscar la forma de acomodarse y salvar el pellejo ante el desastre que se avecina para ellos.

Porque resulta muy extraño que los voceros de la derecha, como Vicente Fox, enfile ahora sus ataques contra el gobernador con licencia de Nuevo León y su esposa y no muestren estrategia para remontar la distancia que los separa del primer lugar.

Temen perder ese sitio que garantiza posiciones para los dirigentes de los partidos que patrocinan a la fallida suspirante.

Por STAFF