Revelaciones
Margarito Escudero Luis
Los gritos y sombrerazos de la oposición y sus publicistas son un afán de llamar la atención de los votantes, pero no llevan ninguna propuesta inteligente, nada de contenido que indique a los ciudadanos una posible mejora en sus condiciones de vida.
Más bien, los aspavientos son insultativos, llenos de odio hacia las personas que no piensan ni son como ellos.
La podredumbre del sistema político mexicano ya era bien conocida por la sociedad entera, hubo quienes aprovecharon la coyuntura, pero la mayoría tuvo que sufrir las consecuencias de un saqueo indiscriminado a las riquezas de la Nación.
El haber mostrado desde el mismo gobierno la corrupción desmedida de los políticos y secuaces y atacar el mal desde sus propias entrañas, es una acción aprobada, aceptada y apoyada por la mayoría mexicana que estuvo sometida a los caprichos de la oligarquía corrupta que se adueñó del poder y corrompió las instituciones.
La elección de 2018 fue el resultado de la constante denuncia de cómo una mafia en el poder depredaba a la Nación y la promesa de hacer una limpia, cambiar el régimen y combatir la corrupción y a los corruptos.
El ciudadano puso su esperanza en ese movimiento y ahora tiene la oportunidad de refrendar su apoyo al proyecto que arrancó con la transformación de México.
La elección de 2018 fue el resultado de la constante denuncia de cómo una mafia en el poder depredaba a la Nación
Claudia Sheinbaum como presidenta de la República Mexicana y Rocío Nahle en Veracruz, tienen la responsabilidad de continuar el proceso transformador, el apoyo ciudadano está definido pero el triunfo se verá en las urnas, no en los debates ni en las encuestas, ni en las amenazas de la oposición, el pueblo sabe que su participación es muy importante para respaldar el proyecto emancipador.
Tampoco las candidatas deben confiarse, los opositores son capaces de cualquier cosa terrible para adueñarse nuevamente del poder.
La dupla pueblo-gobierno impulsada por López Obrador ha dado un resultado que se refleja en todos los sectores del país, pero aún no es suficiente, algunas partes de la sociedad todavía esperan ver resultados, por lo que el trabajo debe continuar sin bajar la guardia y sin dar oportunidad a los vendepatrias.
Si bien el arma poderosa con que cuenta el ciudadano trabajador, es su voto, pero también lo es su participación, salir, tomar las calles, gritar su esperanza, acudir a la urna, para las y los candidatos no olviden que ahí está el pueblo revolucionario avanzando en la transformación, en esta revolución pacífica que tiene muy alterados a los que creen que son dueños de todo.