Por: Rodolfo Montiel D.

La libertad de expresión está consagrada como un derecho natural y universal. La manifestación de ideas no puede ni debe ser sujeta de inquisición (atacada, restringida, limitada o prohibida). Sin embargo, la misma Constitución Política precisa cuatro condiciones en la que la manifestación de las ideas resultarán acotadas: a).- Cuando se ataque a la moral, b).-Los derechos de terceros, c).- Se provoque algún delito, y d).- se perturbe el orden público.

En relación con lo anterior, interesante resulta apostillar la frase que esculpió en la historia nacional el insigne don Benito Juárez García: entre los individuos como entre las naciones, el derecho al respeto ajeno es la paz.

Las protestas como reclamo de justicia, equidad, igualdad, etc., surgen precisamente cuando los derechos ciudadanos o sus obligaciones resultan afectadas y la autoridad no actúa o ésta de plano ya fue rebasada. La inseguridad con todos sus efectos es lo más representativo.

iLas marchas como protesta y reclamos, sí se justifican!
Así como los trabajadores tiene el derecho a protestar por medio de la huelga, la sociedad tiene por igual el derecho a manifestar sus inconformidades a través de marchas y plantones.

El ejercicio de la libertad de expresión es a todas luces sana y productiva, pues su fin es el de mantener informada a la sociedad, despertar la razón y también el de equilibrar las relaciones entre los hombres.

Cuál ha sido la injerencia de los gobiernos (aplica para los tres niveles) en marchas y plantones?
Es del conocimiento popular que las Secretarías de Gobernación en el ejercicio del poder y la política, justificaron de manera extra oficial y unilateral, la organización, integración y financiamiento de grupos porriles o de choque en las universidades, revienta huelgas, provocadores y paramilitares (muchos aún recuerdan al personal con guante blanco y al grupo halcón con bastones).

Olga Sánchez Cordero como actual titular de la Segob debe pronunciarse al respecto, es decir, informar a la sociedad si esta nefasta práctica de grupos violentos aún respira o si ya desapareció del sistema.

De algunos años a la fecha, grupos delictivos estrechamente relacionados con el poder político, económico y fuera del contexto de la libertad de expresión, han provocado daños a la propiedad privada y a monumentos históricos e inclusive golpes y lesiones a terceros no involucrados. El código penal ante estos actos, tipifica y sanciona diversos delitos. La delincuencia organizada es uno entre muchos.

El objetivo de estos delincuentes no es la demanda de beneficios o la solución de problemas sino el de provocar la represión. Identificar a los autores intelectuales y lideres de estas hordas es necesario y obligado, mas aún someterlos a proceso judicial, pues donde la ley no distingue nadie tiene porque distinguir.

Los reclamos o demandas por ciudadanos organizados se justifican ante la apatía, indiferencia, estulticia e irresponsabilidad de funcionarios y servidores públicos. Como tal, las marchas de protestas o demandas incomodan a todo gobierno, les provocan insomnio.

Mañana serán recordadas las consecuencias de esas crueles e injustificadas decisiones que tomaron Gustavo Diaz Ordaz como presidente de la república y Luis Echeverría Álvarez en su calidad de secretario de gobernación para reprimir, asesinar y desaparecer a muchos de los involucrados en el movimiento estudiantil de 1968. Sin dudarlo, mañana sera otro día violento de vándalos muy bien organizados.

Por STAFF